...carpe diem, quam minimum credula postero... ...un sincero intento por escribir acerca de cosas personales, de mis gustos musicales, de lo que véo, de lo que léo, de lo que escucho y de lo que vivo... artu lópez de la rosa...
lunes, 17 de diciembre de 2018
Venganza, un triste tema revisitado...
El otro día me encontré a un viejo amigo en conocido centro social (cantina, creo le dicen), y nos pusimos a platicar amenamente; así que me comentó que leyó mi relato sobre la "Venganza" que aquí mismo publiqué el mes pasado (pos dónde más...), y me preguntó si recordaba a "Carmencita", aquella muchachita que fue compañera nuestra cuando de jóvenes trabajábamos en "Medical Chihuahua".
Que recién la había visto en su barrio, y platicando con élla supo que acababa de salir de prisión e intentaba reiniciar su vida.
¡Wow! ¡Qué cosa! ¡Qué recuerdos! ¡Qué cosas de la vida!...
Si me acordé, ambos recordamos que había sido encarcelada porque vengó a su padre.
El padre de "Carmencita" había sido asesinado en un tonto pleito de cantina; al falso calor del valor que da el alcohol, había agredido a un sujeto más fuerte y joven que él y, en defensa propia, el joven aquel había golpeado al señor, quien luego al ir tambaleante a su mesa en la cantina, se le vió caer mientras intentaba sacar de sus ropas una navaja de afeitar, que fué la que le hizo una profunda cortada en el cuello.
Así murió, con el cuello cortado y desangrándose por la herida, un chorro por cada latido del corazón.
A ese joven no se le procesó porque todo fue, según la concebida investigación, en defensa propia.
Pero el mentado joven no pudo vivir tranquilo; el remordimiento le hizo ir al funeral de aquél pobre señor; allí se dió cuenta que el fallecido tenía una única hija y no tenía esposa, la mujer los había abandonado cuando la niña estaba muy chica, quizá por eso el hombre muerto había tomado esa vida de borrachera y de agresividad desmedida.
La joven era apenas un poco menor que él y supo que élla estaba en precaria necesidad económica; investigó que trabajaba en una oficina pero con un sueldo muy bajo pues no tenía escolaridad suficiente.
Entonces lo que hizo el joven fue irle a pedir perdón a esa jovencita desconocida por él.
Ella al principio no le abrió la puerta.
Pero después élla algo pensó, el caso es que ante el escándalo de los conocidos del barrio, ella lo recibió y habló con él, y lo escuchó decir que él no tenía culpa, y luego se oyó a sí misma decirle que no era culpable.
“-¿Me perdona?”.
“-Sí”.
Luego él regresó a los pocos días. “-Sé que no tiene a nadie, señorita, y que vivía más bien casi del trabajo de su padre. Me han dicho que ahora pasa necesidad. No quiero ofenderla más de lo que la he ofendido, pero-”. No terminó la frase. Antes de salir apresuradamente de la casa de la joven, como huyendo, dejó algo sobre la mesa. Eran unos billetes. La joven los guardó.
Una semana después, al terminar la misa, el padre la llamó a la sacristía y le dijo: “Juan, ya sabes a cual Juan me refiero, quiere hablar contigo. Escúchalo y haz lo que tu corazón te diga”.
Esa tarde el hombre que mató a su padre le pidió que se casara con él. “Quité hombre y ofrezco hombre”.
Ella no necesitó consultar a nadie. Hizo lo que su corazón le dijo y aceptó el ofrecimiento. La boda fue casi en secreto, un sombrío atardecer, sin más testigos que los testigos necesarios.
Pero se supo en el barrio, claro. Se le acabaron las amigas. Nadie la saludaba cuando iba por la calle, y en la iglesia la gente se cambiaba de lugar cuando llegaba ella.
De nada sirvió que el cura dijera un sermón intencionado en el que habló de perdón, de amor al prójimo.
La gente conocida dictó sentencia y esa gente conocida la condenó por traidora a la memoria de su padre.
¿Cómo pudo unir su vida a la del asesino del padre que se la dio a élla?
Pero élla no podía decirle a nadie la verdad.
No podía decirles que se casó con aquel hombre para tenerlo al alcance de su venganza. Para eso, para vengarse de él, ella le sacrificó su virginidad. Para eso se le entregaba cada noche. Para eso le hacía de comer, y le lavaba la ropa, y lo oía cuando él hablaba, y callaba cuando callaba él. Para eso se hizo su mujer: para poder matarlo algún día.
Pero algo sucedió que estorbó su venganza.
Ella se enamoró de él. En realidad él era hombre bueno. La quería; la respetaba; la trataba con cariño.
Y ella lo deseaba. Sintió vergüenza cuando se dio cuenta de que esperaba con ansia la llegada de la noche para tenerlo con ella, para tenerlo en ella. Y no era sólo el cuerpo el que lo aguardaba: era también el alma. Con el cuerpo gozaba sus caricias; con el alma disfrutaba su presencia.
Ella supo entonces que lo amaba.
Una tarde que estaba sola, ella sacó un viejo retrato de su padre, que guardaba en secreto, y entre lágrimas le pidió perdón por amar a su asesino.
Y entonces le sucedió algo extraño. Le pareció que su padre, que en ese retrato tenía la mirada perdida en el vacío, ahora la miraba fijamente.
Esa noche él despertó al sentir un punzante dolor en el cuello.
Abrió los ojos y vio la almohada llena de sangre, un chorro en cada latido del corazón. Frente a él estaba la mujer. Tenía en la mano la navaja de afeitar de su padre.
Lo último que el joven Juan oyó fue:
“-Perdóname. Te quiero mucho, pero... la venganza-”...
domingo, 16 de diciembre de 2018
La "Seño" de la Tienda, nueva entrega...
La "Seño" de la Tienda, nueva entrega, al final del Año 2018...
"-¿Y cómo te fue pues en éste año que ya va de salida, mi amiga?" -Le pregunto a la Agnes, mi maquilera psicóloga de cabecera.
En el frío ambiente de la Reunión de "La Cofradía Roquera", suena fuerte y a muy buen volumen un tema de un grupo que no logro identificar de momento, por lo que saco mi iphone y con ayuda del "Shazam", descubro que és el excelente grupo ochentero británico Marillion, la canción "Assassing" que viene en el álbum... ¡Ups!... ¡Oh-oh, Oh-oh!... ¡Ya valió...! Voltéo a ver a la Agnes y veo que me mira con unos ojos asesinos a 15 centímetros de los míos y que me miran fijamente y sin pestañar, más asesinos parecen enmarcados por su pelo rojo que...
-¡Cómo mi Artu! -explota la Agnes- ¡¿Me preguntas una cosa muy importante y sin esperar respuesta te clavas en ese mugrero-post-modernista-aparato-apocalíptico llamado iphone?!
-¡Uh disculpa Agnes!, Solo estaba identificando la canción que...
-¡Ja-ja-ja! -la carcajada de Agnes se escucha por encima de la música y el ruido de la reunión, varios compañeros rockeros voltéan a verla, aunque la conocen, como siempre están extrañados de "su loco proceder".
-No te creas mi Artu, estoy bromeando, y sí, que buena esa canción y excelente el grupo Marillion... -y continúa, derrochando buen humor:
-Mira mi Artu, tu sabes que soy una mujer optimista. Eso quiere decir que veo la realidad con los ojos cerrados. Aun así prefiero equivocarme siendo optimista que acertar siendo pesimista. Los pesimistas traen siempre el gesto fruncido (y fruncidas otras partes de su cuerpo) y a menudo sufren de gastritis, dispepsia y de colon irritable. No cambian el foco que se fundió, pues piensan que el nuevo se fundirá también. Mira, los optimistas quizá seamos ingenuos, pero en todo caso somos "alegremente ingenuos" (éso último lo dijo haciendo con sus dedos las "comillas" en el aire). Conservamos cierta dosis de razón: no creemos vivir en el mejor de los mundos posibles, pero sí pensamos que el mundo en que vivimos es mejor que aquél que vivieron nuestros padres, y queremos que el mundo en dónde vivirán nuestros hijos, sea mejor aún. Quizá alguien no compartirá éste pensamiento (tú sí, mi Artu, tú sí, te conozco y sé que tú sí), sobre todo si consideramos los infinitos males que hoy padece nuestro querido y sufrido México: la pobreza, la corrupción, la impunidad, la violencia del narco, la pobre calidad de la educación escolar y la pobre calidad de la política y de muchos políticos; la voraz partidocracia que sufrimos, y sabiendo también que México depende de las siguientes cosas (y no necesariamente en éste orden): 1. De La Virgencita de Guadalupe, 2. De La Divina Providencia, 3. De los Estados Unidos, 4. De las lluvias, 5, Del sucio petróleo, 6. De la bendita casualidad, 7. De las manchas solares de Maussan, 8. De las conferencias matutinas de AMLO, 9. De los ciclos envolventes de la Historia, 10. De... en fin, de muchas variantes de esa índole. ¡¿Cuándo México dependerá enteramente de los mexicanos?! Sin embargo, mi Artu, quienes hemos vivido muchos apuros (nos incluimos tú y yo), hemos fortalecido nuestro "instinto de supervivencia" y seguiremos navegando ésta vida siempre con entusiasmo y con optimismo, y siempre el día siguiente, y el año siguiente, serán mejores, ya lo verás, ya lo veremos... Pero basta de cháchara inane de mi parte y mejor cuéntame algo de lo que sucede donde tu vecina, la "Seño" de la Tienda...
Como no tengo nada más que agregarle a la siempre muy interesante disertación de la Agnes, mi maquilera psicóloga de cabecera, le platico alguna de éstas:
Cosas que escucho en la Tiendita de "La Seño":
La encuestadora: -¿Y cuál considera que es su principal defecto?
La "Seño" de la Tienda: -¡Ay! Pos que siempre me meto en conversaciones ajenas, oiga...
La encuestadora: -A usted no-le's-toy-pre-gun-tan-do, "Seño"
La "Seño" de la Tienda: -¡Ay pos perdón! ¡Qué genio, oiga!...
La encuestadora le pregunta (ahora sí) a La "Seño" de la Tienda:
-"Seño", Si pudiera usted invitar a cenar a un "gran" personaje, vivo o muerto: ¿a quién invitaría?
-¡Ay! Pos, o sea, "osbio" que invitaría al vivo, sí, al vivo...
Un cliente le estaba platicando al "Viejo" de La "Seño" de la Tienda:
-Fíjese Don. Pos que voy a ir con el "Dotor" porque encontré a mi mujer en brazos de otro hombre -le contó -. Ella me dijo: ‘Tomemos un café y hablemos’. Al día siguiente la sorprendí otra vez en la cama con un desconocido. Me volvió a decir: ‘Tomemos un café y hablemos’. Y hoy por la mañana la hallé de nuevo en el lecho conyugal con un sujeto. Me repitió: ‘Tomemos un café y hablemos’.
-Amigo -respondió el "Viejo" de La "Seño" de la Tienda, quitándose la gorra y rascándose la frente:-, ¿Para qué quiere ir usted con un médico si lo que necesita es un abogado de divorcios?”
-Pos voy con el "Dotor" -opuso el cliente- Quiero que me diga si no me irá a hacer daño estar tomando tanto café”...
Mientras le cobra las cosas que compró, le bromea la "Seño" de la tienda a la maestra de catesismo, hija única y ya madura señorita solterona:
-Y dígame "Señito", ahora que se acerca la "Navidá", ¿ya pensó qué le va a pedir al "Santo Clos"?
-Pues mire "Seño", yo nunca pido nada para mí, pero si le pido que para mi pobrecita madrecita, "Santo Clos" le traiga en ésta Navidad... un yerno, ji-ji, ji-ji, ji-ji...
La joven y guapa sobrina de la "Seño", le está platicando que ya consiguió trabajo aquí en la ciudad como secretaria de un Licenciado.
-Hasta me pretende el socio del Licenciado, tía, nomás que es viejo, gordo y pelón; pero es riquísimo, o sea, muy rico...
-¡Ay! Mija. Pos si es riquísimo, míja, entonces no es ni viejo, ni gordo y ni pelón míja; ahora si que viene siendo: "maduro", "robusto" y de "frente despejada" míja...
-¡Ay! Tía; hasta me dijo que si pasaba un rato agradable con él, me regalaba un reloj...
-¡Ay! Mija, A verlo míja, a verlo...
-¡Ay! Tía...
La clienta presumida estaba pagando algo a La "Seño" una mañana, y en eso que entra a la tienda Jaimilito, el hijo de La "Seño". La "Seño" le dice comedida:
-Buenos días míjo.
Pero el niño se pasó de largo sin responder.
La clienta le dice molesta al niño:
-¡Niño! ¿Pues no te han enseñaron en la escuela a dar los "Buenos Días"?
-No Doña, no -contesta el tal Jaimilito- Siempre he estado en la escuela en turno vespertino, o sea, voy a la escuela en la tarde...
El "Viejo" de La "Seño" se queda mirando al cliente que va saliendo y menea pensativo la cabeza, quitándose la gorra y rascándose la frente (el "Viejo" de la "Seño", no el cliente).
La "Seño" le pregunta: -Qué "Viejo", qué te platicó ese señor que te "quedates" tan molesto.
-Que me estaba platicando de su esposa, porqué le pregunté que cómo seguía porque se mira algo enferma últimamente; y que me contesta que “-Es difícil vivir con una mujer como la mía. Todos los días se acuesta a las 3 de la mañana”. Que le pregunto: “-¿Pos qué padece insomnio, o qué?”. “-No -me aclaró el ruin sujeto-. Me espera hasta que llego a la casa”…
Mientras cobra mercancías, la "Seño" le pregunta a la joven clienta:
-¿Y luego qué con tu novio míja? Ya tienen tiempo "noviando" ¿Qué no?
-Pos sí "Seño"; ya pensándola bien, mi novio y yo ya estamos perdiendo interés en el sexo, yo creo que ya llegó la hora de casarnos...
La clienta metiche le pregunta a la "Seño" de la Tienda:
-Oiga "Seño", pos ¿porqué estaba su "Viejo" regañando a Jaimilito su hijo?, O sea ¿A por qué?
-Pos lo estaba regañando para que estudie más, le dice que él quiere que Jaimilito tenga lo que él nunca tuvo, o sea, buenas calificaciones, supongo...
-¡Hay mira gemelitas! -emocionada le dice la "Seño" de la Tienda a la clienta que entra cargando a sendas nenitas. -¡¿Y cómo se llaman?!
-Pos una se llama Paz María y la otra Paz Raquel.
-¡Wow! ¡Qué lindos nombres! -sigue la "Seño" emocionada y le pregunta:
-¿Y de dónde le viene ponerles Paz, ese lindo nombre?
-Pos mire "Seño", cuando las concebimos, mi esposo y yo estábamos muy enojados, y nos estábamos reconciliando...
-¡Ah! -exclama la "Seño" que no terminaba de estar visiblemente emocionada- O sea, fue cuando "hicieron las Paces"!!!...
-¡Exacto "Seño", exacto!...
jueves, 1 de noviembre de 2018
Calaverita de "Día de Muertos" 2018
Retomando la tradicional costumbre de escribir "Calaveritas" para el 2 de Noviembre, Día de Muertos 2018...
Recuerda en estas fechas:
"...Los millonarios por su riqueza,
los pobres por su pobreza;
Los jóvenes por su inmadurez,
los viejos por su vejez;
Los valientes por su aventura
Todos vamos a la sepultura..."
domingo, 21 de octubre de 2018
Venganza...
"La Venganza es una de las pocas cosas que son dulces y no engordan..." Alfred Hitchcock
"Que toda la vida es Cuento, y los Cuentos Cuentos son..." Catón
"Mi psicólogo me dice que estoy obsesionado con la Venganza; quizá, pero ésto no se va a quedar así..." Anónimo
¿Es la Venganza un remedio, una cura, una necesidad, o una necedad?
Quien sabe; solo quien la hace sabe la respuesta; y eso no es del todo seguro.
Para muchos es un remordimiento, una piedrita en el zapato que jamas se va. Pero para otros (¿los menos? ¿los más?) es el reinicio, el comienzo de algo que ha de despertarlo de nuevo a la vida.
¿Porqué me pregunto ésto? Porque la Venganza me ha despertado a mí a un nuevo modo de ver las cosas, de entender el mundo actual.
Incluso mis cercanos lo han notado:
"-¡Que bien se mira hoy, Profe!" -me dice la directora de la escuela particular donde doy clases; la misma fulana que el otro día caché diciéndole a una maestra que yo estaba cada vez más "Ruco".
"Ruco, Ruco, Ruco" esa palabreja la escuchaba decir cuando pasaba junto a un grupo de estudiantes, o un grupo de maestros, o hasta a los conserjes se la escuchaba, en las juntas de padres de familia, en fin, en todos lados adonde yo iba.
Murmurando, diciéndoselo al oído unos a otros, cuchicheando: "Ruco, Ruco, Ruco".
Entonces hasta mis alumnos de secundaria han dejado de decirme éso: "Ruco".
Ahora han notado ése "algo" que tengo y que no hace mucho yo no tenía:
"-¡Hay Profe, se le ve un nuevo brillo en los ojos!... ¿Qué le pasó?...
Nada comento, solo sonrío y me voy a dar clase.
Esto fue lo que me pasó:
Yo quería mucho a mi nieto, el que lleva mi nombre; él era mi orgullo, siempre haciendo ejercicio, guapo, apuesto, buen estudiante, rodeado siempre de sus amigos y de sus compañeritas de la escuela, capitán de los equipos deportivos a los que pertenecía.
Pero un día empezó a merodear por la escuela el "Guti". A la salida de clases les ofrecía carrujos de mariguana, o pastillas de no se qué sustancia. No haré larga la historia, mi nieto se echó a perder. Cuando nos dimos cuenta en la familia, ya era un vicioso, un perdido, nada se pudo hacer por él...
Dejó la escuela, andaba siempre con gente de la peor calaña. Se convirtió en un esqueleto por el vicio, vivía prácticamente en la calle o no se dónde. No quería quedarse conmigo porque decía que yo siempre estaba regañándolo. Así perdí a mi nieto tan querido, el que lleva mi nombre, el que era mi orgullo.
¿Que hice entonces?
Una noche ya fuera de mi entendimiento y de mi razón, fui y maté al "Guti", ni mas ni menos.
Un Sábado ya de noche lo seguí rumbo a su casa.
Iba sólo, sólo él, sólo yo.
En la oscuridad de ese barrio olvidado, barrio olvidado como muchos otros en la ciudad capital, me le acerqué por la espalda y sólo le dije: "-Buenas noches, "Guti""...
Apenas volteó y le clavé el picahielo en el pecho; se le clavó muy facilito, pasó enterito entre sus costillas, solito entró en su cuerpo, en ése cuerpo flaco y maldito que tanto daño había hecho en este mundo, demasiado fácil, quizá empujado por la (hasta entonces) reprimida fuerza de la Venganza.
Lo piqué dos, o tres veces, no supe cuantas; hasta que cayó de rodillas y echando sangre por la boca me preguntó con los ojos muy abiertos: "-¿Por qué? ¿Quién eres?...
No se merecía las respuestas.
Luego sus ojos se quedaron fijos y ya no dijo nada.
Yo estaba tranquilo, tanto que me esperé ahí hasta cerciorarme de que estaba bien muerto.
Ni miré a los lados; en esa calle no había nadie, sólo esa sucia semi oscuridad, la penumbra permanente de la mediocridad y la podredumbre.
Luego con calma me alejé de allí y al dar vuelta a la esquina sentí la sensación del triunfo.
Me había vengado por la pérdida de mi nieto tan querido, del que lleva mi nombre; y me había vengado por todos los abuelos de todos los nietos perdidos por la culpa de ese infeliz. Me había vengado de todos los que me decían "Ruco". Me había vengado de la Vida que yo había llevado hasta entonces sin hacer nada; sólo mirando como el entorno social se iba perdiendo y pudriendo en la mediocridad de la actual cotidianidad.
La muerte de ese fulano no salió en ningún medio de comunicación; nadie lo notó, nadie lo echó de menos, nadie sospechó de nadie, a nadie le importa la desaparición de un sujeto como ése.
Hay tantas muertes ahora en la ciudad que ya nadie las investiga.
Todos los crímenes que se cometen en el país son crímenes perfectos, de modo que ni gracia hace darlos a conocer.
Si cuento ésta Historia justo ahora es porque nadie me vé ni me escucha.
Como lo he estado haciendo varias veces últimamente, la estuve hablando en voz alta a la oscuridad; aquí, sentado en mi sillón, oscuro de madrugada, completamente sólo en mi casa.
También he estado pensando en lo siguiente: Ahora afuera de mi escuela, otro sujeto merodea a la salida de los muchachos, de los estudiantes, de los nietos; es un tal "Fito".
Igual voy a ver en donde vive; que es cosa muy fácil porque nadie vigila a nadie. La ciudad y los barrios están abandonados por las autoridades; nadie se preocupa por nadie, nadie conoce a los vecinos en los barrios sombríos y carentes por completo de vecindad; nadie cuida de nadie, a nadie le importa quien vive en las casas junto a la de uno.
Voy a seguirlo, voy a ver adónde vive; todavía tengo el picahielo, nunca me deshice de él...
domingo, 7 de octubre de 2018
Insomnio, Cleptomanía, Sophia...
...a pesar de mi insomnio, cada noche te deseo dulces sueños, siempre... |
Desde que la vi en el centro comercial, me di cuenta de que era una mujer muy especial y que sería alguien muy importante en mi vida.
Algo de ella me llamó la atención cuando entró a la tienda enfrente de la banca donde yo estaba. Desde allí la seguí con la mirada y pude ver cuando abrió su bolso y disimuladamente deslizó un lápiz labial. Nadie se dió cuenta de éso más que yo. Luego salió de ahí con una linda sonrisa como de niña que ha hecho una travesura sin ser descubierta. Después fue al área de comidas y compró un café y se sentó en un lugar apartado del pasillo principal.
Yo llegué a su mesa y me senté frente a ella. Le dije con cara seria: "¿Puedo ver su lápiz labial?". Me regaló una bella sonrisa y, obediente, sacó de su bolso el que había hurtado y me lo dió.
"Soy el gerente de la tienda -mentí - No la voy a denunciar porque es usted muy guapa, pero a cambio tendrá que invitarme un café como el suyo". Volvió a regalarme la más linda de las sonrisas y fue al local de enfrente por mi café.
Charlamos amistosamente. Se expresaba como una persona muy culta, y se lo hice saber. Me explicó que había sido maestra de pre-escolar, licenciada en educación. Pregunté que de dónde era, respondió vagamente que de otra ciudad, pero que desde estudiante vivía aquí en la capital. Luego su familia se había mudado al extranjero pero ella decidió quedarse.
Era muy bella, vestía sencillo pero con mucha elegancia. Se adivinaba que no tenía ninguna necesidad de robar cosas.
Luego de una larga charla nos citamos para vernos ahí mismo el siguiente día, a la misma hora de la tarde.
Yo llegué con anticipación y la vi entrar a otra tienda. Observé desde lejos como echaba en su bolso un dije. Nadie la vió, su porte elegante no daba lugar a que las personas sospecharan que intentara robar alguna cosa.
Y así con citas en el centro comercial tuvimos una relación por algún tiempo, pero cada vez que nos reuníamos robaba algo antes de nuestro encuentro.
Nuestros encuentros llegaron a ser la catársis de nuestros problemas personales cotidianos. Fuimos un complemento de nuestra cotidianidad. Sin compromiso pero de común acuerdo.
Pero seguía robando...
Cuando íbamos a alguna reunión de mis amigos o de sus amigos o a donde fuéramos, aprovechaba cualquier descuido para deslizar algo a su bolso. Parecerá algo raro pero sólo yo lo notaba, nadie más se daba cuenta. Y así pasó el tiempo...
Seguía ella robando cosas...
Hasta que un día se lo dije...
Y fue entonces cuando me confesó que tenía esa compulsión, la de apoderarse de cosas ajenas. Lo hacía en las tiendas, también en casa de sus amigos o a dónde iba de visita, en los lugares donde había trabajado, en cualquier parte.
Me lo explicó muy seria que en su niñez había padecido carencias, pues era de familia muy humilde. Sentía envidia de sus compañeritas que tenían cosas que ella no podía tener.
Así empezó a robar casi sin darse cuenta y sin sentir por éso ningún remordimiento.
Conforme fue creciendo siguió haciendo lo mismo. Ya no sabía por qué, pues su situación era otra. Se había casado con un hombre de dinero, tenía una hija, pero se había divorciado por maltrato familiar. Con la pensión que recibía no tenía ninguna necesidad ni ella ni su hija; nada material le faltaba, pero seguía robando cosas.
Le pregunté si alguna vez había buscado ayuda profesional y me dijo que sí, pero que el tratamiento no había servido de nada. Lo dejó cuando tuvo el problema del divorcio, en una fecha muy reciente.
Y seguía robando cosas.
Noté que se avergonzó mucho porque yo me hubiera dado cuenta de su problema.
Y a los pocos días desapareció... ya no acudió a nuestra cita acostumbrada...
Estuve yendo al centro comercial y no se apareció...
Jamás volví a verla...
Y necesito saber de ella, pues al poco tiempo noté que se había robado otra cosa que me pertenecía: mi Sueño...
No mis sueños, éso es literatura. Mi Sueño, esa pequeña muerte que cada noche morimos, para poder seguir viviendo cada día...
No sé cuando ni donde ni cómo me lo robó. Quizás una sola vez me distraje y lo deslizó en su bolso.
Antes yo era, como dicen, de muy buen dormir. Ponía la cabeza en la almohada y como estuviera el mundo, dormía sin problema hasta el nuevo día.
Me dirán que éso no puede ser, pero así es...
Ahora ya casi no duermo nada; ya casi dos años que desapareció y yo no puedo dormir casi nada, casi nada, casi nada...
La Cleptómana se robó mi Sueño...
Sin embargo no la voy a denunciar. Es muy guapa, es muy hermosa...
martes, 18 de septiembre de 2018
Lluvia y tormenta en la ciudad, y La Seño de la Tienda entrega 6...
Tormenta eléctrica antes de un agüacero al sur, en Chihuahua capital |
Amenaza de tormenta, luego todo quedó en rayos, truenos y centellas y nada de agua, cosa común en la ciudad, en esta temporada a la llegada del Otoño |
Ha llovido éstos últimos días en mi ciudad Chihuahua capital; no como otros años, es cierto, pero si ha caído un buen de agua.
O a lo mejor no será mucha, pero es que nos cae en el momento menos apropiado.
De hecho nos echó a perder una reunión de La Cofradía Rockera porque en el lugar de ese fin de semana, no había mucho techo, más que encima del asador y en un lugar poco cubierto. Pero ni hablar, a juntar las chivas y a hacernos bolita bajo esos techitos a esperar a que pase la lluvia; cosa que llevó un buen rato.Como era de esperarse en estos casos, la mitad de la concurrencia se clavó en sus smartphones y otros si nos pusimos a platicar, cara a cara, frente a frente, cerveza en mano, escuchando Rock (fue lo primero que pusimos bajo buen techo, la rockola), como en los viejos tiempos.
En el aire suena "Fool In The Rain" de Led Zeppelin:
Con la "aguardientosa" voz de Robert Plant, las guitarras de Jimmy Page, la presencia musical como pocas veces de John Paul Jones y la sobrada y potente batería de John Bonham, el escuchar el último álbum de estudio de Led Zeppelin es una gran experiencia; un año después (Agosto de 1980) muere John Bonham y el grupo se disuelve.
Aparte de ésta exitosa rola, el álbum trae otra joya musical del Zeppelin, " All My Love" donde John Paul Jones se discute un puente musical majestuoso con los teclados y así a lo largo de escuchar las siete canciones te das cuenta del potencial que la banda tenía en el inicio de los ochentas, la mejor década rockera que haya existido; éste álbum en sí es una obra de arte, pero el acetato original, no el insulso y empequeñecido CD.
Cuando lo compré a principios de los ochentas, la revista "Conecte" nos anunciaba que éste álbum se había publicado con cuatro portadas diferentes, cuatro diferentes puntos de vista del bar, tomadas de cuatro ángulos distintos.
Los que nos peleábamos por conseguir un ejemplar en las escasas tiendas de discos de la ciudad, no recordaremos haber visto las tan anunciadas cuatro portadas.
El arte del álbum fue obra de los genios de Hipgnosis de Storm Thorgerson; quienes hicieron las mejores portadas y los mejores "artwork" de todos los tiempos.
Por principio de cuentas venía dentro de una funda de papel revolución, del papel café aquel de empaque, que cortabas con precisión quirúrgica para no dañarlo, luego sacabas el estuche de cartón con la portada y la contraportada de cartón; el disco venía dentro de otra funda de papel con dibujitos de una mesa de cantina en colores diluídos que si la mojabas, se coloreaban.
Un lujo éste álbum, musicalmente y artísticamente.
Pero veo que, como siempre, me estoy apartando del relato, ahora lo retomo.
Entonces, mientras la lluvia cae, el Rock suena y la plática se pone menos formal, alguien me pregunta por las más recientes aventuras y desventuras de "La Seño de la Tienda".
-Las'toy juntando para una futura publicación -contesto cerveza en mano y apurando una chuleta requemada con guacamole y que sabe a gloria- Cada que voy a la tienda "levanto" más la oreja para escuchar las tantas cosas que luego se dicen, no solo "La Seño" las dice, tambien su "Viejo", su hijo y sus parientes que vienen "del pueblo" a pasar unos días en "la suidá".
-Ahora, si te acostumbras "algo" a escuchar ocurrencias de la gente, de todos lados puedes juntar ejemplos sabrosísimos del cotidiano vivir -apunta oportunamente mi amiga Agnes.
-Así que aquí van algunas ocurrencias que luego escucho:
Una clienta entra al establecimiento y compra algunas frutas y verduras; al estar pagando, toma una naranja y se la ofrece con una sonrisa a Jaimilito el hijo de "La Seño de la Tienda", quien le está empacando su compra; él la toma y se le queda viendo con su brazo todavía extendido.
"La Seño" lo reprende -¡Por Favor. Cómo se dice, Jaimilito...!
El niño agita el brazo extendido hacia la clienta y le dice: -¡Por favor... Pélela!...
Un estirado cliente está pagando en la caja, "La Seño de la Tienda" se fija que el hombre lleva puesto un arete:
-¡Vaya! No sabía que a un caballero fino y elegante como usté le gustaba esa mo-di-ta... -le comenta, meneando la cabeza- ¿Y desde cuando lo usa, caballero?
-Pos desde que mi esposa lo encontró en el asiento de atrás del carro -contesta el hombre, sonriendo forzosamente de lado.
-Mira tú, ¿Pos qué le pasó a la doña? -le pregunta "La Seño de la Tienda" a una clienta, mientras miran salir a otra clienta que lleva el brazo vendado en cabestrillo y un ojo morado.
-Pos ande "Seño" que cree que mi compadre le dió una golpista a mi comadre, merecida pues'n...
-Adió, y eso a porqué, o sea porqué...
-Pos mi "coma" me platicó qui'antes el compadre usaba una barba larga y descuidada y hace unos días para darle una gran sorpresa se la cortó y se rasuró muy bien. Cuando llegó a casa, la "coma" dormía en el sofá, se le acercó y la abrazó y le tomó la mano y se la pasó por la cara. Medio dormida la "coma" le dijo: -Andele pues compadre, pero rapidín porque ya no tarda en llegar el barbón.
Otro día escuché que Jaimilito, el hijo de "La Seño de la Tienda" le plática a su amiguito, mientras la mamá escoge verduras:
-Pos tuvimos que salir apurados del pueblo. Un día yo tuve que ir corriendo por el "poli" del pueblo porque mi'apá se'staba peliando con otro hombre a golpes; y al llegar con el "poli" que me pregunta: -"¿Cuál de los dos es tu padre? " Y le digo: -"Pos no lo sé" Y luego me dice: -"¿Cómo que no lo sabes?" Y le digo: -"¡Pos por eso se están peliando! "
-¡Ése's m'ijo!... ¡Ése's m'ijo!... -entra a la tienda "El Viejo" de "La Seño de la tienda", regresando de la Junta de la primaria "Bocanegra".
-¿Y ahora que se traen ustedes dos, par? ¿A porqué vienes tan contentos? -pregunta la "Seño", parada a media tienda, con los brazos en jarra.
Dijo "El Viejo": "La maestra nos platicó que preguntó a los niños que qué querían ser de grandes. Uno dijo que "poli", otro dijo que "dotor", una niña dijo que "maestra", Rosilita la niña bonita di'aquí a la vuelta dijo que quería ser "mamá" y cuando le preguntó a Jaimilito, éste contestó: "yo le voy a ayudar a Rosilita a ser mamá"... ¡Ése's m'ijo!... !Ése's m'ijo!...
-Si, Si, muy listo salió tu hijo, "Viejo"; ya ves el otro día les preguntó la catequista:
-"A ver niños, ya que escucharon la lectura, ¿Quién fue entonces la mamá de Moises?..."
-"Pos la hija del faraón, señorita" -se apresuró a contestar tu hijo.
-"Te equivocas Jaimilito, ella solamente lo encontró en el Nilo, flotando en una canastilla" -le dijo la catequista.
Y le contesta tu hijo, torciendo la cara:
-"No manche señorita, ¿A poco usted también se va a tragar ese cuento que inventó ella? "
En la esquina de la tienda, el "Viejo" de "La Seño" le contesta con un agrio gruñido y la trompa torcida, el saludo a su hijito Jaimilito que regresa de la escuela "Bocanegra"
-¿Y ora que le aprieta a su "Viejo" "Seño"? -pregunta la clienta.
-No pos hoy en la mañana le llamó Jaimilito a mi "Viejo" por algo que olvidó, y que le dice: "¿Güeno?... ¿A dóndi'ablo?"... Y mi "Viejo" le reconoce la voz y le bromea: "¿Pos como que adónde? Hablas a la tienda del señor más guapo, inteligente y simpático del mundo"... Y luego de una larga pausa dice Jaimilito: "Ah pos usté perdone, número equivocado" ...
En el rincón de siempre, el "Viejo" se pregunta otra vez, destilando mal humor: "¿De qué se estarán riendo éstas viejas"
Ya se acerca la piñata del Cumple de Jaimilito y el "Viejo" está infle e infle globos, se acerca el niño y le dice: "'Apá, qué mentirosa es mi 'Amá, qué mentirosa es, neta, neta"... -"Achis Jaimilito, ¿Y ora a porqué dices éso?"-"Ah pos es que escuché que mi 'Amá le dijo al repartidor de papás que tú ya no soplas"... "Apá, que mentirosa es mi 'Amá', que mentirosa es, neta, neta" ...
Está Jaimilito cruzado de brazos en la caja registradora y en eso entra un tipo muy apurado y le pregunta:
"Niño, ¿dónde está tu padre?" ...
Jaimito le contesta: "Salió aquí a la vuelta, ahorita regresa"...
Dice el sujeto: "Voy muy muy apurado, ¿puedo dejarle recado? Después regreso"...
Jaimilito le dice: "Claro"...
Dice el hombre: "¿Tienes papel y lápiz?"
Contesta el niño apuntando con un dedo: "Si hay señor, en ese estante"...
Dice el fulano entre dientes: "Para que escribas el recado... Niño"...
Responde el niño: -"¡Ah claro señor"
"-Entonces escribe que vino a buscarlo el señor 'Zamarripa'"...
"-¿Cómo se'scribe...
"-Ach!... Zeta- a- eme- a- erre- i- pe- a...
"-¿Cómo se'scribe...
"-¡Pos como te dij...
"-No, que como se'scribe la 'Zeta...
La clienta le pregunta al "Viejo" agrio de "La Seño", quien últimamente se la pasa todo el día de mal humor porque en casa y en la tienda está deambulando su suegra:
-" Señor, señor, señor: ¿Éste insecticida es güeno pa' las cucarachas? "
-"Doña, doña, doña: ¿Cómo va a ser bueno pa' las cuca...? ¡Las mata doña, las mata!... ¿Cómo va a ser bueno pa' las cuca...
-"Ay oiga...
domingo, 16 de septiembre de 2018
La Estatua
Estatua de mujer con su vestido azotado por el viento, en la glorieta a la salida de la capital hacia la carretera a ciudad Cuauhtemoc.
Estatua de mujer en la Plaza de Armas frente a Catedral |
¿De bronce que hacía mucho tiempo había perdido su brillo metálico?
¿De mármol erosionado por los elementos que todos los días actuaban sobre su superficie?
¿De piedra que alguna vez estuvo hermosamente pulida?
El "material" era lo de menos; lo importante era la representación.
La estatua era una imagen femenina de extraordinaria belleza.
No era la imagen de una diosa.
Era algo más que eso.
Era la imagen de una mujer.
Éste hombre pasaba a diario junto a ella y la rozaba levemente con su mano, apenas acariciando uno de los hermosos senos de la estatua.
Y la sensación de ese casi inexistente contacto, le daba una placentera tranquilidad, como hubiera estado su día o como le fuera en la vida, ese momento le devolvía la paz a su cuerpo material.
Era sólo un toque momentaneo, sutil, instantáneo de los dedos del hombre; era un rito secreto; nunca lo contó a nadie; era un silencioso homenaje a la belleza que había en la estatua, que había en la mujer, un homenaje a la belleza que hay en todas las mujeres.
Ni un solo día dejaba el hombre de cumplir su fervoroso rito: de camino a su trabajo, de regreso a casa, bajo la lluvia, al paso del viento huracanado, en medio del ardiente calor o el frío congelante, porque así son los climas cambiantes en mi ciudad; día tras día, al pasar frente a esa bella estatua, ponía con emoción contenida su mano en un seno de la mujer- diosa.
Un contacto etéreo, un contacto del hombre mortal y la mujer- diosa inmortal.
Una noche, de regreso a casa, la estatua lo tomó suavemente por el brazo, y...
domingo, 9 de septiembre de 2018
Consulta Popular, lo que nos espera
En la conferencia de prensa oportunamente convocada, poco antes de asumir el cargo, el nuevo Presidente electo dijo a los números reporteros presentes:
-Voy a hacer una Consulta Popular.
-¿Sobre que será la Consulta, Oh Señor Presidente? -preguntó el reportero, leyendo un papelito que un individuo incógnito le puso en la mano, junto con un grueso sobre de papel café con el logo de Morena.
-La Consulta Popular será sobre "ésto", luego haré una segunda sobre " aquello" y enseguida una más sobre "lo otro" -contestó el nuevo Presidente electo.
-Y, ¿Participará todo el pueblo, Oh Señor Presidente? -cuestionó una reportera, leyendo su propio papelito, entregado por el mismo sujeto incógnito que no dejaba de repartir papelitos y sobres gruesos.
-Naturalmente -exclamó el nuevo Presidente electo, paseando su mirada por todas las numerosas cámaras presentes- A todos y a cada uno se les hará una pregunta.
-¿Y cuál será la pregunta, y cuál deberá ser la respuesta, Oh Señor Presidente? -quizo saber otro reportero, leyendo ya con más naturalidad su respectivo papelito, se aprende rápido si hay buen incentivo.
Les dijo el nuevo Presidente electo:
-La pregunta es lo de menos, y pueden contestar lo que quieran. Yo ya tengo las respuestas...
La Prensa se retiró satisfecha, el dinero ya empezaba a fluir abundante, seguro, constante, al menos por los siguientes seis años...
miércoles, 29 de agosto de 2018
¡La Calor! ¡La Calor!... y una sugerencia literaria para éstos tiempos
...¡La Calor!¡La Calor!...
...Urge una cegveza bien fría; llegando a la reunión de La Cofradía Rockera, la sed hace que olvide el hambre y sudando a mares paso de largo frente al asador, con rumbo directo a la hielera. Alrededor del humeante instrumento de fabricación de carne asada, unos amigos departen alegremente, cerveza en mano, sin sentir el calorón que sin piedad irradia el carbón al rojo fuego.
La Neta no entiendo sus risotadas y su buen humor en medio de tanto calor; pos parece que solo yo lo siento, La Neta; pero en fin, llego a la hielera y tomo dos frías latas de Miller de entre el hielo. Pienso apurar la primera "a pecho" o séa de un solo trago y luego la otra ya con más calma.
¡Ah! Qué delicia escuchar el clásico y musical ''¡shift!'' al destapar y sentir la helada brisita que sale a presión del interior de la lata. Y siento que una mano extraña me la arrebata, volteo y veo que es mi amiga Agnes, mi psicoloca de cabecera que, sudando, se lleva la fría lata a la cara para refrescarse...
-¡Uffa con La Calor mi Artu, Uffa con La Calor!- dice, vaciando el helado contenido de la lata "a pecho" o séa de un solo trago.
Mientras buscamos un par de sillas a la sombrita, escuchamos a buen volumen la rola "Summer Song" del guitarrista newyorkino Joe Satriani:
🎸♫♪ Tara-tara Tata-taraaaa ♫♪
🎸♫♪ Tara-tara Tata-taaaaaa ♫♪
-Pues fuertecito el tal calorcito, mi Artu -prosigue la Agnes, siguiendo el ritmo de la música con el movimiento compulsivo de su pierna izquierda- cada año se rompen los records de altas temperaturas, el promedio diario en Chihuahua capital es de 35 grados en los últimos tres meses, y en muchas partes está más alta, como en cd. Juárez, cd. Jimenez y en Okinawa (como dijo Peña Nieto por decir Ojinaga) a llegado hasta a 52 grados, un infiernillo en el desierto.
Desde lo alto de la cumbre, en el taller mecánico de don Elías, podemos mirar como un vientecillo sofocoso se lleva las nubes hacia los cerros del poniente chihuahuense, llevándose también las pocas esperanzas de que caiga alguna lluvia que mitigue un poco La Calor, y trayendo ya la penumbra de la llegada de la noche desde el Este, donde ya se empiezan a encender las luminarias de las bullicosas calles y de los altos edificios del Centro de la ciudad y de las torres del Cerro del Coronel.
"Cuando hace calor transpiramos, sudamos, perdemos agua, nos da harta sed" -recuerdo en voz alta, del libro que estoy leyendo "Física y Berenjenas" del chileno Andrés Gomberoff; y que es mi recomendación literaria prometida en el título de ésta publicación.
Y le léo ésta parte de ese libro, que traigo en mi ibook:
"Cuando transpiramos, una gotita de sudor sale, se evapora, tomando desde nuestra piel el calor que necesita para escaparse de nuestro cuerpo y así nos enfría. Una corriente de aire facilita esa evaporación del sudor humano, haciendo más eficiente el mecanismo natural de enfriamiento que describí antes. Sucede que el viento arrastra la capa de aire húmedo que se ha formado justo sobre mi frente, debido también a la transpiración, y que obstaculiza la evaporación del sudor. Para convencerse de este fenómeno empape con alcohol algún punto de su piel. La evaporación del alcohol es más rápida que la del agua, por lo que la sensación de frescura es más evidente. Ahora sople: aún mejor, ¿no?".
Y así éste libro vá explicando las cosas de la ciencia de una forma muy amena y cotidiana, contando historia y anécdotas que le pueden suceder a cualquier persona.
Otro ejemplo, le platico a Agnes (feminista como pocas, pero feminista mesurada, para nada feminazi) el capítulo del libro dedicado a la cantante Olivia Newton-John; quien este 26 de Septiembre cumple 70, y hace un año en Agosto del 2017 la ví en TV en un concierto en Chile en Viña del Mar y todavía la hace la señora; Olivia es nieta por el lado de la madre del físico alemán Max Born, Premio Nobel de Física y su figura sirve para hablar en este capítulo del trabajo en Física del señor Born. Abuelos de dos bombas: Olivia y de la teoría que llevó a la fabricación de la primera bomba nuclear. Como dice el libro: ¡Vaya Nietas!
De esa manera el libro habla de más temas físicos como: El resplandor lumínico de los colores, La buena vibra de todas las ondas: de luz,de radio, de sonido; La guerra contra el pensamiento mágico; Chocolate y calentamiento global; Un artículo sobre los rayos, acabamos de pasar aquí en Chihuahua hace unos días por una tormenta de rayos tremenda; Agujeros negros, Gravedad, Música, Superconductores; y otros muchos temas abordados de una manera coloquial, sencilla y amena.
¡A leer se ha dicho! Se los recomiendo sinceramente...
Aquí el libro en mi iphone...
miércoles, 27 de junio de 2018
...Otra historia de Mayo... El Día que Conocí a una Bruja...
Como el famoso dibujito lo describe:
Se fue el mes de Mayo y sus fiestas con la misma rapidez con la que llegó; bien lo dice el viejo y conocido refrán: "el tiempo vuela cuando uno se divierte".
Y antes de que también se nos vaya Junio como agua entre las manos, como el sueldo se va repartido entre tantas cuentas por pagar, como se va el Sol en el ocaso, pues les cuento ésta otra historia que se me quedó en el tintero y que, como dice el meme, "Está Basada en Hechos Reales", o sea que si me sucedió realmente; y es de Mayo porque ocurrió a finales de este festivo mes.
"Based on true events":
Pero bueno, como preámbulo les platico de que va la historia: trata de personas con los sentidos super sensibles, del "presiento que algo va a suceder"; quién no recuerda aquello de: "tengo un mal presentimiento sobre ésto" de la saga de Star Wars; trata de la predestinación, de sentir que algo va a pasar. Porque estoy seguro de que todos conocemos a alguien que tiene ese... digamos, "don" o poder especial que no detectamos en la mayoría de la gente, esa sensibilidad tan desarrollada para captar cosas o situaciones que luego muchos de los mortales no podemos siquiera percibir, entonces criticamos y le damos una supuesta explicación sobrenatural, así como lo hacemos con todo lo que no entendemos, esa es una salida fácil a un problema por demás "sensible".
Hay gente que tiene buena suerte siempre, o mala suerte; hay otras personas que pueden sentir cosas que el resto de nosotros ni idea. Hay hasta quien adivina cotidianamente y uno se asombra de esa sensibilidad tan despierta. Hay personas cerca de nosotros que tienen más de cinco sentidos y debemos reconocerlas, respetarlas y comprender que son especiales, es verdaderamente maravilloso conocer a personas con ese "don" de tal sensibilidad que se le puede sentir como un aura y tienen un brillo especial que siempre iluminan de alguna manera positiva nuestra vida.
No estaba de acuerdo con el título, porque una persona hipersensible es especial, pero no es una "bruja", éso no lo dije yo, es que uno de los personajes de esta historia así lo dijo, después de que sucedieron estos impactantes acontecimientos. Además éste título, vende... entonces, va aquí la historia como la recuerdo...
"El Día que conocí a una Bruja"
El Lugar:
Esa tan concurrida esquina de las Calles Vallarta y Fresno, Fresno y Vallarta, aquí en mi ciudad Chihuahua capital.
Allí hay un negocio de venta de artículos electrónicos que tiene un reducido lugar de estacionamiento para sus numerosos clientes, como se mira en esta foto real, donde caben si mucho dos o tres carros mal acomodados de manera que ocupan casi todo el espacio por donde los sufridos transeuntes podemos circular.
Entonces allí tienes dos opciones: o bien el pasar pegadito a la pared enfrente del carro estacionado, caminando de ladito frente a la ventana del negocio, o mal bajarte a la calle y así correr el peligro de que te atropelle un vehículo que venga por la calle Fresno, que es de un solo sentido de circulación de Oriente a Poniente, de Este a Oeste pues.
Los Hechos:
Es un caluroso atardecer de un día cualquiera de finales del mes de Mayo, nos bajamos del Vivebus varias personas y cruzamos resoplando el bochornoso calorón del pavimento, por la calle Vallarta para seguir por la calle Fresno.Entonces que cambia el semáforo y se viene la circulación por esa mentada calle Fresno que es de un solo sentido. En la citada esquina nos detenemos para pasar de uno en uno por ese espacio tan reducido del estacionamiento de la tienda y así no bajarnos a la calle por el peligro de los cafres en sus vehículos que vienen a nuestra espalda.
Lo Misterioso:
Es cuando sucede que una "joven" y una "señora mayor" que van adelante del grupo de peatones se detienen a discutir porque la "Seño" no quiere pasar por el frente del carro atravezado mal estacionado y el estrecho espacio pegado a la pared; la "joven" la apura porque dice que está estorbando el paso a los demás que venimos detrás, en fila india, al borde de la banqueta o acera, de esa tan transitada avenida.
La Discusión:
Entonces la "Doña", que ya fijandose uno bien, digo, porque estaban bloqueando el paso, y el semáforo ya iba a cambiar de nuevo, y uno se fija en esos detalles, pues tenía un aspecto bastante desaliñado y la mirada algo (o mucho) extraviada o medio perdida, le balbusea a la "joven" que no, que no iba a pasar por allí; la "Seño" era parecida a ésta mujer mayor...
Ya fijandose uno bien:
La "joven" que le apura insistentemente:
-¡Andale Maldita Séa! ¡Camina de una vez que estamos estorbando la pasada de esta... gente!...
Y nos mira por encima del hombro con sus gruesas cejas tatuadas más arqueadas de lo normal, la "joven" que ya fijandose uno bien, tenía un gran tatuaje en el brazo derecho, un dibujo de dos enormes ojos de búho, luego encontré unos así en internet, yo creo que ella usa ese tatto de esta manera como en la foto, pero imagínenlo en una joven mujer...
El Accidente:
Entonces con ya todo mundo estresado empieza el alboroto: un matrimonio maduro atrás de mí empiezan a gritonear:
-¡Ya señora, déje pasar o bájese de la banqueta a la calle, pero ya deje pasar, Chihuahua!
La "joven" del tatuaje: -¡Camina ya, camina! Y la quiere empujar y la "Doña" solo dice:
-¡No, no, no, no voy a pasar por... allí, no, por allí no voy a pasar, no!
Otra señora en la fila, con uniforme de guardia de seguridad, sobrepeso y cara de fastidio, carga en brazos a un niño pequeño que empieza a llorar a grito abierto; se abre paso a codazos y dice que se va a bajar a la calle, que ya está harta, y allí vá seguida del matrimonio maduro, todos mascullando maldiciones, bajandose al pavimento de la calle Fresno...
El Estruendo:
En ese momento, en medio del ruido y del descontento de la gente, se escucha muy claramente el agudo chirrido de los frenos de un carro y el golpe de ése a otro vehículo que intentaba dar vuelta a la izquierda, y que sale disparado hacia nosotros.
Así en un instante pienso en la señora con uniforme de guardia de seguridad y con su niño de brazos y en el matrimonio que pasaron a mi izquierda y me voltéo a verlos.
El carro pasa a centímetros de ellos y se estrella en la parte trasera de un compacto verde olivo mal estacionado, empujándolo fuertemente contra la pared de la tienda por donde la "Doña" se negaba a pasar. Hay un estruendo de metales retorcidos y una lluvia de cristales y plásticos rotos saltando para todos lados.
Un instante después veo a la "joven" con las dos manos tapándose la boca abierta y los ojos muy muy abiertos, como los del tatuaje de búho en su brazo, mirando el inexistente espacio entre la pared y el carro estacionado, ahora con el frente estrellado y medio incrustado en el muro de la tienda por la fuerza del choque.
La "Seño" se disculpa:
La "Doña" ahora con la mirada más extraviada que nunca y viendo para todos lados, nos dice casi susurrando a los demás, que todavía seguimos en shock viendo todo eso que pasó en un santiamén:
"¿Ven por qué no quería pasar por allí, lo ven, ven?", y luego continúa, señalando al cielo con un largo y muy huesudo dedo indice: "Yo sabía que algo malo iba a ocurrir aquí"...
Después del estruendo, la calma:
El chofer del carro accidentado se bajó mareado, goteándole un hilito de sangre de la frente pero con el celular en la mano, se asomó a ver el frente de su carro y se dispuso a llamar por su teléfono, a la aseguradora me supongo, fué el único que salió lastimado esa tarde, afortunadamente nadie más.
Vi al señor de la tienda que presuroso preguntaba si había alguien más herido, que ya estaba llamando a una ambulancia y a Vialidad...
Si vi que la señora vestida de guardia con su niño de brazos ya se alejaba.
Como los curiosos de siempre se estaban acercando a mirar el espectáculo, mejor decidí retirarme de allí.
No ví a la "joven" del tatuaje ni a la "Doña", ya con más gente haciendo bola, no supe para donde se fueron.
Antes de alejarme de allí, detras de mí escuché a la señora del matrimonio maduro decir en voz alta:
-Viejo, ¡Hoy es el día que conocí a una bruja!
Cuando da miedo, da miedo:
Yo, al atardecer, en el patio de mi casa:
--¡Mugres Gatos Mugrosos! ¡Levanten su sucio y mugroso tirader...!
--...está bien, esta bien, no hay problema lindos gatitos, yo lo levanto, je-je-je yo, yo lo levanto, no hay problema, no... de verdad, yo lo levanto... yo... voy y lo levanto... je-je-je...
Se fue el mes de Mayo y sus fiestas con la misma rapidez con la que llegó; bien lo dice el viejo y conocido refrán: "el tiempo vuela cuando uno se divierte".
Y antes de que también se nos vaya Junio como agua entre las manos, como el sueldo se va repartido entre tantas cuentas por pagar, como se va el Sol en el ocaso, pues les cuento ésta otra historia que se me quedó en el tintero y que, como dice el meme, "Está Basada en Hechos Reales", o sea que si me sucedió realmente; y es de Mayo porque ocurrió a finales de este festivo mes.
"Based on true events":
Pero bueno, como preámbulo les platico de que va la historia: trata de personas con los sentidos super sensibles, del "presiento que algo va a suceder"; quién no recuerda aquello de: "tengo un mal presentimiento sobre ésto" de la saga de Star Wars; trata de la predestinación, de sentir que algo va a pasar. Porque estoy seguro de que todos conocemos a alguien que tiene ese... digamos, "don" o poder especial que no detectamos en la mayoría de la gente, esa sensibilidad tan desarrollada para captar cosas o situaciones que luego muchos de los mortales no podemos siquiera percibir, entonces criticamos y le damos una supuesta explicación sobrenatural, así como lo hacemos con todo lo que no entendemos, esa es una salida fácil a un problema por demás "sensible".
Hay gente que tiene buena suerte siempre, o mala suerte; hay otras personas que pueden sentir cosas que el resto de nosotros ni idea. Hay hasta quien adivina cotidianamente y uno se asombra de esa sensibilidad tan despierta. Hay personas cerca de nosotros que tienen más de cinco sentidos y debemos reconocerlas, respetarlas y comprender que son especiales, es verdaderamente maravilloso conocer a personas con ese "don" de tal sensibilidad que se le puede sentir como un aura y tienen un brillo especial que siempre iluminan de alguna manera positiva nuestra vida.
No estaba de acuerdo con el título, porque una persona hipersensible es especial, pero no es una "bruja", éso no lo dije yo, es que uno de los personajes de esta historia así lo dijo, después de que sucedieron estos impactantes acontecimientos. Además éste título, vende... entonces, va aquí la historia como la recuerdo...
"El Día que conocí a una Bruja"
El Lugar:
Esa tan concurrida esquina de las Calles Vallarta y Fresno, Fresno y Vallarta, aquí en mi ciudad Chihuahua capital.
Allí hay un negocio de venta de artículos electrónicos que tiene un reducido lugar de estacionamiento para sus numerosos clientes, como se mira en esta foto real, donde caben si mucho dos o tres carros mal acomodados de manera que ocupan casi todo el espacio por donde los sufridos transeuntes podemos circular.
Entonces allí tienes dos opciones: o bien el pasar pegadito a la pared enfrente del carro estacionado, caminando de ladito frente a la ventana del negocio, o mal bajarte a la calle y así correr el peligro de que te atropelle un vehículo que venga por la calle Fresno, que es de un solo sentido de circulación de Oriente a Poniente, de Este a Oeste pues.
Los Hechos:
Es un caluroso atardecer de un día cualquiera de finales del mes de Mayo, nos bajamos del Vivebus varias personas y cruzamos resoplando el bochornoso calorón del pavimento, por la calle Vallarta para seguir por la calle Fresno.Entonces que cambia el semáforo y se viene la circulación por esa mentada calle Fresno que es de un solo sentido. En la citada esquina nos detenemos para pasar de uno en uno por ese espacio tan reducido del estacionamiento de la tienda y así no bajarnos a la calle por el peligro de los cafres en sus vehículos que vienen a nuestra espalda.
Lo Misterioso:
Es cuando sucede que una "joven" y una "señora mayor" que van adelante del grupo de peatones se detienen a discutir porque la "Seño" no quiere pasar por el frente del carro atravezado mal estacionado y el estrecho espacio pegado a la pared; la "joven" la apura porque dice que está estorbando el paso a los demás que venimos detrás, en fila india, al borde de la banqueta o acera, de esa tan transitada avenida.
La Discusión:
Entonces la "Doña", que ya fijandose uno bien, digo, porque estaban bloqueando el paso, y el semáforo ya iba a cambiar de nuevo, y uno se fija en esos detalles, pues tenía un aspecto bastante desaliñado y la mirada algo (o mucho) extraviada o medio perdida, le balbusea a la "joven" que no, que no iba a pasar por allí; la "Seño" era parecida a ésta mujer mayor...
Ya fijandose uno bien:
La "joven" que le apura insistentemente:
-¡Andale Maldita Séa! ¡Camina de una vez que estamos estorbando la pasada de esta... gente!...
Y nos mira por encima del hombro con sus gruesas cejas tatuadas más arqueadas de lo normal, la "joven" que ya fijandose uno bien, tenía un gran tatuaje en el brazo derecho, un dibujo de dos enormes ojos de búho, luego encontré unos así en internet, yo creo que ella usa ese tatto de esta manera como en la foto, pero imagínenlo en una joven mujer...
El Accidente:
Entonces con ya todo mundo estresado empieza el alboroto: un matrimonio maduro atrás de mí empiezan a gritonear:
-¡Ya señora, déje pasar o bájese de la banqueta a la calle, pero ya deje pasar, Chihuahua!
La "joven" del tatuaje: -¡Camina ya, camina! Y la quiere empujar y la "Doña" solo dice:
-¡No, no, no, no voy a pasar por... allí, no, por allí no voy a pasar, no!
Otra señora en la fila, con uniforme de guardia de seguridad, sobrepeso y cara de fastidio, carga en brazos a un niño pequeño que empieza a llorar a grito abierto; se abre paso a codazos y dice que se va a bajar a la calle, que ya está harta, y allí vá seguida del matrimonio maduro, todos mascullando maldiciones, bajandose al pavimento de la calle Fresno...
El Estruendo:
En ese momento, en medio del ruido y del descontento de la gente, se escucha muy claramente el agudo chirrido de los frenos de un carro y el golpe de ése a otro vehículo que intentaba dar vuelta a la izquierda, y que sale disparado hacia nosotros.
Así en un instante pienso en la señora con uniforme de guardia de seguridad y con su niño de brazos y en el matrimonio que pasaron a mi izquierda y me voltéo a verlos.
El carro pasa a centímetros de ellos y se estrella en la parte trasera de un compacto verde olivo mal estacionado, empujándolo fuertemente contra la pared de la tienda por donde la "Doña" se negaba a pasar. Hay un estruendo de metales retorcidos y una lluvia de cristales y plásticos rotos saltando para todos lados.
Un instante después veo a la "joven" con las dos manos tapándose la boca abierta y los ojos muy muy abiertos, como los del tatuaje de búho en su brazo, mirando el inexistente espacio entre la pared y el carro estacionado, ahora con el frente estrellado y medio incrustado en el muro de la tienda por la fuerza del choque.
La "Seño" se disculpa:
La "Doña" ahora con la mirada más extraviada que nunca y viendo para todos lados, nos dice casi susurrando a los demás, que todavía seguimos en shock viendo todo eso que pasó en un santiamén:
"¿Ven por qué no quería pasar por allí, lo ven, ven?", y luego continúa, señalando al cielo con un largo y muy huesudo dedo indice: "Yo sabía que algo malo iba a ocurrir aquí"...
Después del estruendo, la calma:
El chofer del carro accidentado se bajó mareado, goteándole un hilito de sangre de la frente pero con el celular en la mano, se asomó a ver el frente de su carro y se dispuso a llamar por su teléfono, a la aseguradora me supongo, fué el único que salió lastimado esa tarde, afortunadamente nadie más.
Vi al señor de la tienda que presuroso preguntaba si había alguien más herido, que ya estaba llamando a una ambulancia y a Vialidad...
Si vi que la señora vestida de guardia con su niño de brazos ya se alejaba.
Como los curiosos de siempre se estaban acercando a mirar el espectáculo, mejor decidí retirarme de allí.
No ví a la "joven" del tatuaje ni a la "Doña", ya con más gente haciendo bola, no supe para donde se fueron.
Antes de alejarme de allí, detras de mí escuché a la señora del matrimonio maduro decir en voz alta:
-Viejo, ¡Hoy es el día que conocí a una bruja!
Cuando da miedo, da miedo:
Yo, al atardecer, en el patio de mi casa:
--¡Mugres Gatos Mugrosos! ¡Levanten su sucio y mugroso tirader...!
--...está bien, esta bien, no hay problema lindos gatitos, yo lo levanto, je-je-je yo, yo lo levanto, no hay problema, no... de verdad, yo lo levanto... yo... voy y lo levanto... je-je-je...
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