miércoles, 2 de marzo de 2011

Hay de vientos a vientos...

Hay de vientos a vientos; eso no hay que dudarlo.
Hay vientos tan fuertes como los ventarrones y polvaredas que padecemos en la ciudad que nos provocan serios problemas tanto a los que nos desplazamos de a infantería como a los que van a bordo de sus vehículos.
Me tocó ver un accidente automovilístico bastante fuente pero afortunadamente con solo daños materiales, provocado por un anuncio espectacular  que tiró el viento en una concurrida calle de la ciudad.
Y los ventarrones y polvaredas nos afectan de diferentes maneras; conozco personas de otras partes del país a los que se les dificulta mucho, pero mucho, el clima tan extremoso en general de Chihuahua.
Aquí cuando sopla el viento, sopla, es una tormenta de viento y arena que haría palidecer de envidia a las que ocurren en los desiertos de África, sin ser para nada exagerado.
Cuando hace calor, hace calor y no fregaderas, ves lagartijas con cantimplora por las calles y la temperatura sube a los 40 grados.
Cuando hace frío, hace un frío polar de la cachetada que revienta tuberías y pone en evidencia la pésima capacidad de respuesta de los dirigentes de las instituciones gubernamentales (que conste que la queja es en contra de los burócratas y no en contra de las instituciones, nadie me puede acusar de faccioso, reaccionario, rojillo y otros adjetivos de subido color político  como en la Prepa; ad hoc, esas ideas se las llevó el viento); a propósito, escuchen "Wind of Change" de Scorpions en el lado musical de este blog.
Hay vientos de cambio que están soplando por los países Árabes y que, desgraciadamente, han traído graves consecuencias a los derechos humanos por la represión con que los líderes totalitarios azotan a su población, ya de por sí tan violentados por las prácticas fundamentalistas y los atrasos culturales aplicados por los dictadores que llevan décadas acumulando riquezas por la venta de los recursos naturales que extraen de una tierra de la que se sienten dueños absolutos.
La pobreza, el hartazgo por ver como los políticos no hacen nada para mejorar la situación de los pueblos, la falta de democracia y la impunidad encendieron la mecha de la protesta de... ¿de dónde estaba hablando?... del norte de África, del Magreb, del Medio Oriente no de... otros países (no quiero que gobernación, o Elba Esther o el del copete envaselinado o el Peje vengan y me ordenen cerrar este blog) de África, por supuesto, de los países Árabes que, como en Bahréin, tuvieron que cancelar la primera fecha de la fórmula uno y el debut del Checo Pérez en la escudería Sauber- Telmex.
Como comentario, ahora el Checo Perez va a debutar en Australia el 27 de marzo; representando honrosamente a don Carlos Slim, digo a México, bueno, es lo mismo.
Lo peor de todo este viento de cambio está ocurriendo en el Magreb, el eternamente golpeado norte de África: primero cayó el presidente de Túnez Ben Ali, luego Hosni Mubarak de Egipto tras dos semanas de protestas y ahora el tirano mayor, en Libia: Gadafi y familia que lo acompaña amenaza con el genocidio ordenando a su ejército de mercenarios a que dispare a su pueblo como lo han estado haciendo desde 1969, y Hugo Chávez desde Venezuela diciendo que su amigo Gadafi es inocente; luego seguirá Marruecos y Argelia.


Cerca de allí, la eterna lucha de los territorios palestinos, Siria, Jordania, Líbano, Arabia Saudita, Yemen, Irán, Bahréin todo propiedad de Hamad bin Isa Al Khalifa quien, como decía, tenía su propio gran premio de fórmula uno.
Y flotando y planeando sobre todos ellos, mas como buitre que como águila,  más como ave de carroña que como ave de presa, El Gran Ojo  en el Cielo, El Gran Hermano, con la mirada fija sobre el preciado petróleo, esperando que se hagan pedazos entre ellos mismos para caer sobre el botín; y eso no lo digo yo, lo puedo leer en  cualquiera de los periódicos del mundo todos los días allí, al alcance del internet en www.kiosko.net
Con el seño pensativo, mirando las noticias, leyendo los periódicos con las malas nuevas, de reojo viendo que aceleradamente se acerca el 2012, y como consecuencia de los ventarrones sufridos el fin de semana, me acordé de la historia que ahora cuento, en el siguiente post, a propósito del fuerte, frío y molesto viento de estos días...

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