domingo, 28 de abril de 2024

Dos Aventuras en El Bello Centro de mi ciudad Chihuahua capital

crédito: fotógrafo Oscar Robles

Recién anduve haciendo unos asuntos en el Hermoso Centro de la Ciudad.


De camino a la estación del Vivebus (ahora Bowi) de La Catedral, a donde iba yo a actualizar mi tarjeta de vigencia anual de usuario del transporte para Adulto Mayor, por el 50% de descuento en el costo del pasaje, vi en El Parque de Armas a un grupo de enfermeras en un puesto ambulante de vacunación.
Ya acercándome, me fijé que un señor como de mi edad se retiraba de ese puesto, pero riéndo divertido a carcajada abierta, de un asunto que no logré captar; las enfermeras igual estaban riendo divertidas.
Bueno pues me acerqué y les pregunté que cuáles vacunas estaban poniendo, me indicaron varias y yo escogí ponerme dos: La Antitetánica y La del Neumococo.
Las enfermeras hicieron su trabajo, sin dolor el piquete, todo normal; me pidieron una identificación, anotaron mis datos y una de ellas me dijo:
"-...Y si usted lo autoriza, si quiere darnos un número de teléfono para el control estadístico de sus datos..."
Y yo, con gestos teatrales exagerados:
"-¡Cómo! ¡Para qué quieren mi teléfono...! ¡De seguro van a enlazar mi celular a los nanorobots que me acaban de inyectar con las vacunas para mantenernos controlados...! ¿No, no, noooo?..."
Soltaron la carcajada y una de ellas, resollando como búfalo, me dice:
"-¿Pero qué les pasa a los señores de la generación de usted señor...? ¡Lo mismo nos dijo el señor que se acaba de retirar...! ¡Lo mismo exactamente... es increíble...!"
"-¡Pos pa' que vea que nosotros los Baby Boomers si conocemos la estrategia de la Élite para tenernos controlados...! A los jovenes no se les ilumina el cerebro, están idiotizados con los Tik-Tocks, hasta creen que La Tierra es Plana..."
Al final todo fué carcajadas y pasé a retirame al otro asunto; pero esa "Teoría de Conspiración" de las vacunas, ya casi deja de ser "Teoría..."








































Ya entonces me dirigí a la estación para hacer el trámite burocrático para demostrarle a Maru que sigo vivo y le pongan otro año a la vigencia de mi credencial de transporte con costo del 50%.
Entré y habían dos personas antes que mi turno.
Éso me dió la oportunidad de hacer mi Buena Acción del Día...

Resulta que me fijé que una señora mayor y de extracción humilde quiso entrar a la estación, acompañada de una niña pequeña, pero con sólo un pasaje, y los dos guardias, uno mayor y el otro jovencito, le indicaron que la niña ya debería de pagar pasaje.
Ella les dijo que su tarjeta sólo traía saldo de un pasaje. Los guardias le dijeron que pues que no, que la niña debía pagar pasaje...
La señora buscó y rebuscó en su bolso y encontró una moneda y se la dió al guardia para que la cargara en la máquina electrónica, ella no se podía regresar, ya había entrado.
El guardia de mala gana fue y cargó la tarjeta y pasó a la niña al espacio de la estacíón donde se aborda a los transportes... a ese tiempo, ya me habían caído bastante mal los mentados guardias y puse atención a los acontecimientos.  

Llegó un camión y la señora miró desesperada para todos lados y le dijo a los guardias:
"-¡¿En esta estación sólo llegan transportes que van al Norte y no el que va al Sur?!"
"-¡Ay señora, señora...! ¡Pos a dónde va usté señora...!"
"-Vamos al Sur, señor guardia..."
"-Pos no, señora, el transporte que va al Sur pasa por la calle Juárez, aquí a la vuelta... tiene que ir a tomarlo allá, no hay de otra... ¡Ay señora...!"
"-Pero ya no me van a regresar el dinero a mi credencial... ¿verdad?..."
"-Pos no señora, el trámite es electrónico, no manejamos dinero en efectivo... salga por favor para que vaya a la Juarez a tomar el transporte al Sur..."

La señora salió del espacio interior, visiblemente triste por haberse equivocado... y entonces estallé yo, ya colmado de la situación, y en voz alta para que todos escucharan, les dije a los guardias:
"-¡Hey...! ¡Par de inútiles...!" -Los dos guardias se volvieron a verme sorprendidos, y varios de los usuarios también-. 
"-¡Por qué no le dijeron a la señora que subiera al transporte rumbo al Norte y que se bajara en la estación del IMSS Morelos de aquí cerquita, y luego sin salir de la estación, se subiera al transporte que va al Sur y asunto arreglado...!"
Los dos guardias se voltearon a ver con cara de asombro y no pudieron decir nada a su favor.
"-¡Ahora no sean más inútiles y déjen pasar a la señora a la estación para que haga éso exactamente y asunto arreglado...!"
"-No, no, no podemos dejarla entrar porque ya se salió y hay cámaras y nos van a llamar la atención si nos brincamos la seguridad..."
"-¡Pos al menos así se van a dar cuenta de que si tienen cerebro, Par de Inútiles...! ¡Ustedes están para ayudar... ¿Qué no...?!"
"-No, no puede entrar de nuevo porqu..."
La señora les interrumpió y les dijo que ya, que mejor se iba a la otra estación, que no quería causar molestias... y se dirigió a las escaleras de salida. La alcancé y le dí dinero para los pasajes, obvio ella ya no traía; y sólo murmuró que Gracias y se fue...
Los guardias nomás me miraban con una mezcla de coraje y de frustración poque los usuarios murmuraban frases de desagrado y, en ése momento me llamó la seño de la ventanilla.
Fuí allí e hice mi trámite; escuché que el guardia joven le dijo en voz baja al mayor:
"-Qué friega nos pusieron... ¿Eh don?..."
"-¡Cállate baboso... cállate...!" -le contestó el mayor entre dientes, sin dejar de mirarme pero sin poder hacer nada...

Así es como hice mi Buena Acción del Día...

Aquí la Estación doble del IMSS Morelos donde aborda uno los transportes o al Norte o al Sur...






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