lunes, 21 de febrero de 2011

Serrat otra vez de moda...



Bueno, en realidad nunca ha dejado de estar de moda, ojalá todos pudieramos levantarnos cada mañana escuchando su canción "Hoy puede ser un gran día"... (-ajáh! ahí vamos de nuevo, siempre, siempre es lo mismo-, pensarán los que me conocen, y prosiguen, meneando la cabeza de un lado a otro en clara señal de desaprobación de lo que enseguida vendrá); -lo mismo dices asegún la música que estás escuchando: siempre dices: "-ojalá todos pudieramos levantarnos cada mañana escuchando: "Easy Llivin'" de Uriah Heep, o la versión de Miguel Ríos del "Himno de la Alegría" que es la Novena Sinfonía de Beethoven, o "Let the Music Play" de Barry White, o "Será que Hoy" de Armando Manzanero, o "Limelight" de the Alan Parsons Project, o "Sharp Dressed Man" de ZZTop, o "Time Again" de Asia, o "Come Fly with Me" de Frank Sinatra, o "Rhayader" de Camel, o...
(nota del moderador del blogger: en vista de que el blogero de marras tiende de repente a extenderse demasiado cuando desvaría cualquier lista de cosas, nos saltamos hasta donde deja de hacerlo y continúa con el tema principal de este post, el tal Joan Manuel Serrat, hay discúlpenlo, ¿qué se puede esperar de alguien que en su juventud leyó demasiado a Rius?)...
Pero bueno, que el tema principal de este post, que es el tal Joan Manuel Serrat (en la esquinita superior derecha de la pantalla se asoma la cara del moderador del blogger, embozando una sonrisa socarrona de medio lado...); pues resulta, mis amigos que Serrat está de nuevo en México, y aunque no viene a Chihuahua, queda el recuerdo vivo del octubre del 2008 cuando se presentó en el parque El Palomar ante unos 20,001 espectadores, o sea yo y como otros 20,000 más.
4 y 5 de febrero en el Auditorio Nacional en el DeFe y luego el 19 y el 20 de febrero en la UNAM, donde fue condecorado con la Medalla del Centenario de la UNAM, en el marco de los 100 años de la UNAM y los 95 años de la Facultad de Química; por cierto fue la Facultad de Química quien lo trajo a México por primera vez en el convulsionado año de 1969 luego de los sangrientos acontecimientos del '68; yo era un crío en aquellos años pero me hubiera gustado el haber estado en ese Auditorio "Ché Guevara" junto a los estudiantes de esos tiempos.
Igual me hubiera gustado estar en Brandemburgo en 1721 cuando Johann Sebastian Bach le presentó los seis conciertos al marqués de la ciudad, igual me hubiera gustado estar en Los Angeles en 1987 cuando U2 dió un concierto sorpresa en la azotea de una licorería; igual me...
(ufff! ya vamos de nuevo, el moderador del blogger de nuevo tiene que interrumpir ooootra lista de cosas del blogero, a este paso los escasos lectores van a ser todavía más escasos pero bien, nos saltamos a retomar de nuevo el propósito del post, Serrat)...
Ya, dejemos el "igual me gustaría..." y vamos a retomar el propósito del post, Serrat, ¿les parece?... (Ahora asoma el moderador en la esquinita, lanzando una mirada de lado de "se los dije", ya no hay sonrisita...); entonces el Serrat fue a la UNAM para la medalla que le entregó el rector y el mexicano Premio Nobel de Química, el Dr. Mario Molina y tocó en el auditorio y en la explanada ante la presencia de muchos de los estudiantes que lo vieron por primera en el 1969, en aquellos tiempos estudiantes rojillos, ahora barrigones empresarios o canosos profesores según sea el caso.
Pongo en el reproductor de música del blog una canción que pueden escuchar o ver el video, es la canción 13 pero ustedes pueden buscar en el llutub cualquier otra que les apetezca; personalmente prefiero y traigo en mi Ipod: A Usted; A Quien Corresponda; Esos Locos Bajitos; Cada Loco con su Tema; Piel de Manzana; Penélope; Vagabundear; Mediterráneo; Lucía; Para la Libertad; Una de Piratas; Historia de Vampiros... y pare usté de contar.
De especial preferencia es la canción que grabó en el disco en vivo "En Directo" de 1984; el tango argentino "Cambalache" de Enrique Santos Discépolo que, como Serrat, lo que dice el tango nunca pasará de moda en su propuesta; la letra la pongo más abajo y, aunque argentinizada por ser obvio un tango, es de más de comprensible en cualquier tiempo que se escuche.
Serrat ya sea con sus canciones propias o musicalizando poemas; estará de siempre presente, a veces haciendo que brinquemos de la cama, otras que reflexionemos, que escuchemos poemas o que, de vez en cuando, volvamos a escucharlo para limpiar un poco el disco duro de nuestro cerebro, tan contaminado indirectamente de reggaetón y de pasito duranguense... ¿qué quieres si estoy “rodiada” de maquileros? como alguien decía cuando estábamos en Lear Planta 194 (Rosita la inspectora de Calidad)...
Un par de datos: en la página url (de internet, pues)  http://www.lyricstime.com/joan-manuel-serrat-lyrics.html hay un buen montón de letras de canciones de los discos de Serrat, bastante recomendable y de donde copio:

Letra del tango "Cambalache", ya ustedes consiguen la canción y la escuchan, ¿sale?:

Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé...
(¡En el quinientos seis y en el dos mil también!).

Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dublé...
Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldá insolente ya no hay quién lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador!...
¡Y todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao.

Que uno vive en la impostura que otro roba en su ambición,
¡Da lo mismo que si es cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor! ¡Cualquiera es un ladrón!

Mezclao con Stravinski va Don Bosco y «La Mignón»,
Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín...

Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida,
Y herida por un sable sin remaches vi llorar la Biblia contra un calefón...

¡Siglo veinte, cambalache problemático y febril...!
¡El que no llora no mama y el que no roba es un gil!

¡Dale nomás! ¡Dale que va! ¡Que allá en el horno se vamo a encontrar!
¡No pienses más séntate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao!

Que es lo mismo el que labura noche y día como un buey,
Que el que vive de las minas, que el que roba, que el que mata o está fuera de la ley.

sábado, 12 de febrero de 2011

Julio Verne nace hace 183 años, el 08 de febrero de 1828...

Julio Verne, me acuerdo, era lectura obligatoria en mis tiempos de educación secundaria (y no, no, otra vez no, Julio Verne y yo no fuimos contemporáneos, ‘ingao…).
Hoy en día la lectura de libros en la escuela es “optativa” y los maestros solo la utilizan para que los alumnos obtengan una mejora en su calificación y no, como era antes, formando la lectura de libros una parte importante del proceso educativo; otro retroceso más del pésimo sistema educativo actual, que está egresando profesionistas que mal leen y que no pueden redactar algo coherente y además con pésima ortografía, materia educativa que ya tampoco se enseña.
Pero en fin, mientras la educación y los maestros comodinos estén bajo el yugo de Elba Esther y sus títeres y en el completo olvido de nuestros espurios gobernantes (salvo cuando se reparten entre ellos el presupuesto), no habrá mejora alguna; además la educación en escuelas particulares queda completamente fuera de mi escuálido presupuesto y, en este giro de la reflexión mejor ya le paro porque me’stoy enojando y eso tan feo no era el propósito de este post: calma, calma, respira profundo, focus, focus, ammmh, ammmh, ya, ya…
Estaba hablando de Julio Verne que, en secundaria, le leí varios de sus libros y con eso me adentró en terrenos hasta entonces inexplorados de la literatura fantástica; luego, picado por la curiosidad de ese género literario nuevo para mí y para mis amigos y compañeros de la escuela, nos lanzamos a buscar más material, hicimos cosas como el ir a “Toto” a buscar las revistas americanas de ediciones que no había en Chihuahua, como las: Famous Monsters, Creepy, Asimov’s Sciense Fiction, Mad, Tales from the Crypt, Eerie; ninguna en español y leyendo con la revista en la diestra y el diccionario Inglés-Español en la siniestra; o el ir a la calle 25 y Libertad a conseguir Comics y revistas importadas y usadas (¡todavía existen allí dos tiendas!); el ir a buscar en las dos o tres librerías de usados los libros medio desempastados de ciencia ficción y fantasía, y así descubrir otros autores que solo pude conocer por esa iniciativa de leer a Julio Verne y su obra dentro de la materia escolar “Español”.
Luego empezamos a hacer círculos de lectura entre los estudiantes y los amigos simpatizantes de los géneros de ciencia ficción, terror y grandes aventuras y logramos crear un auge en la ciudad de libros que en esos tiempos no estaban tan disponibles.
Recuerdo cuando fuimos en bola saliendo de la “secun 5” a Futurama Universidad y pedimos hablar con el gerente para que trajera a Chihuahua los libros de Bruguera y el señor Mares (no recuerdo el nombre, lo siento, y lo siento mucho) y el señor Mares, ¡los trajo! y pudimos comprar (a precios accesibles por cierto, no como hoy en Sanborns y Liverpool) en los supermercados de Futurama (hoy AlSuper) de aquellos tiempos los títulos Bruguera de bolsillo de: Conan de Robert E. Howard, Lin Carter y L. Sprague  de Camp con las portadas pintadas por Frank Frazetta; los títulos de tapa dura de Julio Verne que estaban catalogados como literatura juvenil, muchos títulos de Tarzan de Edgar R. Burroughs de los que traían algunos dibujos como comics intercalados en el texto; montones de libros de “Bruguera Ciencia Ficción Selección (y un número)” que eran cuentos de diferentes autores como Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, Ray Bradbury, Ursula K. Le Guin, Theodore Sturgeon, Frederick Pohl, Paul Anderson, Philip K. Dick y otros más.
De Julio Verne recuerdo haber leído en secundaria muchos de los títulos que encontrábamos disponibles: Cinco Semanas en Globo (1863), Viaje al Centro de la Tierra (1864), De la Tierra a la Luna y Alrededor de la luna (1865), Los Hijos del Capitán Grant (1867), Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino (1869), La Isla Misteriosa (1874), La Vuelta al Mundo en 80 Días (1873), Miguel Strogoff (1876), La Esfinge de los Hielos (1897) y otros más.
Después vino la tormenta de películas basadas en éstos libros, pero muchas de ellas de pésima calidad, de las llamadas películas clase “B” o de bajo presupuesto que inundaron los cines e hicieron que mucha gente esperara mejor la película que leer el libro donde se basa el film.
De las pocas que se salvan, está la excelente adaptación de “La Vuelta al Mundo en 80 Días”, estrenada en 1956 con los estelares de David Niven como Willie Fogg y el mexicano Mario Moreno “Cantinflas” como el “criado o mayordomo” “Picaporte”; la peli ganó 5 de 8 Oscares.
Si llegaste hasta acá, te agradezco y te felicito; y con mucho pesar te comunico que este febrero 09 del 2011 muere Don Jacobo Moret, una de las mentes más preclaras y lúcidas del México contemporáneo; últimamente lo podíamos oír los sábados en el programa de Imagen Radio de Don Pedro Ferriz, quien sin duda iguala a Don Jacobo Moret con su memoria privilegiada y una inteligencia fuera de serie. Descanse en paz Don Jacobo Moret.
 

jueves, 3 de febrero de 2011

una mala experiencia en una ciudad que alguna vez fue un ranchote...


Primera denuncia: asalto a mi niño de doce años…
El martes 25 de octubre del 2010 a las 07:40hrs, en la esquina de las calles Fresno y la privada de Velázquez de León en la colonia Granjas, de camino a la escuela primaria, un cobarde sujeto "fulanito" (como mi niño lo describe: chamarra amarilla con letras blancas, gorra gris o blanca sucia, pantalón de mezclilla “grande” y zapatos tenis blancos viejos, como de 25-30 años de edad) amagó con un cuchillo a mi hijo de doce años, le quitó $ 15.00 (quince pesos que llevaba para gastar en la escuela) y su teléfono celular y lo peor de todo, le robó para siempre la inocencia de su niñez, arrojándolo prematuramente al mundo de la violencia y de la falta de seguridad que padecemos en esta pobre ciudad, otrora una de las más aburridas del país.
Se regresó a casa llorando y muy asustado me llamó al trabajo; salí de inmediato y en el camino llamé al 066 “urgencias” para pedir una unidad policiaca; llegué a la mentada esquina esperando la patrulla.
Esa esquina es un lote baldío, junto a un arroyo canalizado donde se juntan un grupo de malvivientes que a diario consumen alcohol y drogas desde muy temprana hora hasta muy tarde en la noche, todos los días y desde hace años se han reunido ahí sin que nadie los moleste o los disperse (hasta ahora, hasta ahora).
Los malvivientes, seis, al verme en la esquina llamando por celular se alejaron por diferentes rumbos.
A la media hora volví a llamar a “urgencias” porque la unidad policiaca no llegaba y me dijeron que ya iba para allá; tardó más de 45 minutos en llegar una patrulla con un oficial muy joven, gordo y bueno para nada.
Le denuncié al oficial lo que pasó y le reclamé la tardanza y me dijo que no había acudido porque “los había agarrado en el cambio de turno”.
Le comenté que la famosa y tan cacareada Dirección de Seguridad Pública Municipal, multi certificada por CALEA y demás yerbas, debería publicar un aviso que diga algo más o menos así:
Les rogamos de la manera más atenta a los delincuentes que por favor se abstengan de cometer ilícitos de las 07:00 hrs hasta las 09:00 hrs porque a esas horas de la madrugada “–estamos en cambio de turno”; por su fina atención a este aviso, les damos las gracias”.
No le pareció nada gracioso mi comentario, me dijo que a él le acababan de llamar por radio para pedirle que acudiera, que no le indicaron el motivo. Me dijo también que iban a estar dando rondines las patrullas del sector para evitar que se reunieran de nuevo allí los malvivientes “–de una vez por todas y por haber asaltado ahora a un niño, cosa que antes no hacían, al menos no que sepamos”–dijo muy convencido.
Mejor me retiré con el coraje dándome vueltas en el estómago, fui a mi casa a calmar y a consolar a mi hijo; media hora después pasé por el mismo lugar para ir a la escuela a reportar el incidente y ahí estaban de nuevo reunidos los teporochos como si nada hubiera pasado.
De la escuela regresé a casa para llamar a Derechos Humanos y pedir asesoría y seguían los malvivientes en el lugar, les llamé porque vi que el niño tenía un golpe en la cara que yo no había visto y él no me había dicho; obvio que de la presencia policiaca ni sus luces, a lo mejor era la hora del almuerzo para ellos.
Fui a la PGJ (que ya no se llama así) a la 25 y canal a poner la denuncia.
Ahí tuve otra mala experiencia por la prepotencia y por el valemadrismo de los encargados de dar el servicio en la “Fiscalía General del Estado”, como ahora se llama; nuevo flamante nombre, mismo pésimo servicio como toda la vida, narro lo sucedido allí:
A la entrada del edificio, tomas una ficha y esperas turno, luego hay una serie de personas que te llaman para que les expreses el asunto a tratar; le dije a la encargada: asalto con cuchillo a un niño de 12 años, un golpe en el rostro, le quitaron su celular; ella lo anotó en un formato y me mandó con una licenciada a otro escritorio donde me iban a redactar la denuncia.
Llegué con la licenciada y sobre el escritorio estaba sentado un ministerial con la metralleta en las piernas; con cara de padrote tomó el escrito y lo medio leyó, lo aventó al escritorio y me dijo:
–Qué… asalto… muy valioso tu celular que te quitaron o qué– me dijo burlonamente.
Agarro el escrito, el coraje todavía dándome vueltas en el estómago y se lo aviento:
–Léele bien, no fue a mí, fue a mi niño de 12 años; yo me defiendo, él no puede con un burro de tu vuelo.
Ya cambió la cosa, lo toma, lo lee de nuevo:
–A cabr… a un niño… ¿sabes quién fue para irles a partir su mad…?
Fuimos una Agente Ministerial mujer, él y yo a interrogar a los teporochos que seguían como si nada consumiendo alcohol a la sombra del árbol como lo han estado haciendo sin molestia alguna durante años.
Había doce de ellos de diferentes edades, los pusieron a todos contra la pared a punta de patadas y a mentadas de madre y los revisaron; les preguntó la Ministerial si sabían de un asalto ocurrido allí esa mañana; contestó uno con voz aguardientosa:
–Nosotros semos alcohólicos “señito”, no asaltantes y menos a un niño…
–¿Quién te dijo que asaltaron a un niño, jijo de toda tu…? –le dijo la Ministerial y a golpes lo subió a la troca mientras le espetaba una buena lista de improperios, floridos unos, escatológicos otros.
–¿Alguien más sabe lo del asalto al niño?– les grita fuertemente pegada a las orejas de cada teporocho.
–Ahora me dicen quién fue bola de pend... o me los cargo a todos– la buenísima onda la Ministerial, que fue quien llevó toda la operación, el Ministerial estaba de apoyo y estuvo a un lado, dejándola hacer.
Pero ya nadie más habló y al no encontrar más evidencias del asalto, los agentes se retiraron llevándose al que soltó la sopa; la Ministerial me dió una tarjeta y me dijo que luego me llamaba para darme noticias.
Ahora tengo que buscar una manera diferente de mandar a mi hijo a la escuela, ida y vuelta, y tengo que cuidarme de posibles represalias por haberles denunciado y mandarles a la policía a molestarlos. Ahora tengo que buscar otro camino de pasada lejos de ese punto de reunión intocable de los malvivientes.
Del daño emocional a mi niño de doce años ni hablar; espero que se pueda recuperar pronto y que se haga a la idea de que la violencia campea en la ciudad sin que la policía haga nada para detenerla; y que ni siquiera un niño de doce años puede acudir a la escuela primaria con seguridad, expuesto a los peligros de esos cobardes asaltantes que solo se pueden meter con niños para comentar sus fechorías.
A la primera oportunidad meto a mis hijos a estudiar defensa personal.
Unos días después me llamó la Ministerial:
–Te tengo dos noticias, una buena y otra mala– me dijo.
–No pos’échale. Le contesto.
–La buena es que el teporocho nos dijo quien asaltó a tu niño, es… fulanito de tal… y lo encuentras en tal parte, frecuentemente acompañado de zutanito de tal y de perenganito de tal…
–La mala es que ya me mandaron para Cd. Juárez y no te puedo ser de más ayuda; así que tú te la tienes que rifar solo, ¿cómo la ves?
Le agradecí la información y pues sí, me la rifé solo: primero fulanito, luego zutanito y después perenganito para que se den cuenta de que ya no es tan fácil como ellos creen; y bien dicen que la venganza es un plato que se sirve frío… ya no se reúnen los teporochos en ese lugar, al menos hasta que se les pase el susto, además de que les quemé el lugar de reunión.
Allí hubiera acabado la historia si no es porque a las dos semanas asaltaron a mi otro hijo, en un parque de la Jose María Iglesias y Nogal cuando venía de la casa de un compañero un sábado a las 21:00 hrs, dos chavalillos lo amagaron con una pistola (que después descubrí que era de juguete aunque parecía de verdad) le robaron el cell, los lentes, la cartera (que fue lo único que recuperé) y la sudadera (ajá, adivinaron: la Aéropostale del pasito) y ahí voy de nuevo: llamé al 066 para reportar el asalto, esperé los 45 minutos de rigor para que llegara la patrulla con el oficial gordito y bueno para nada, puse mi queja que anotó en una grasienta libreta y le pedí información sobre quienes pudieran ser los jijos de su…
–Pos’ si sabemos ¿sabe?, pero son dos chavalillos que no hemos podido agarrar ¿sabe? de ahí de la colonia Frailes junto al templo de san Antoño siñor ¿sabe?…
–Pues ya voy agarrando práctica…