En la reunión de "La Cofradía Rockera", escuchando "Mr. Crowley" de Ozzy Osbourne y la grandiosa guitarra de Randy Rhoads sonando muy fuerte y muy claro...
Mr. Crowley, what went wrong in your head?
Oh, Mr. Crowley, did you talk to the dead?
Your life style to me seemed so tragic
With the thrill of it all
You fooled all the people with magic
You waited on Satan's call
Mr. Charming, did you think you were pure
Mr. Alarming, in nocturnal rapport
Uncovering things that were sacred
Manifest on this Earth
Conceived in the eye of a secret
And they scattered the afterbirth
...
-¡Woow! ¡Qué buena Rola! O séa Artu, o séa, ahora no me vayas a preguntar cosas de Psicología ni
Psiquiatría mi Artu; esta semana estuvo muy pesada y hoy estoy súper ultra mega
cansada, o séa, solo hay que disfrutar de la carnita asada, la Miller clara y la
vista que hoy desde acá, desde este lado de la ciudad, está muy linda; mejor
platícame de nuestra amiga “La Seño de la
Tienda” ¿Sale? Para que sea más llevadera la víspera del fin de semana, así directamente…
OK, Ni hablar, vamos directamente a platicar de lo que a diario sigue ocurriendo
en la tienda de la esquina, cerca de mi casa… Va...
-Ya viene la Feria de Santa Rita “Seño”, ¿usté va?- pregunta la clienta.
-No “Doña”
mi “Viejo” no me lleva, por culpa de
los “merolicos” que allí abundan. La
última vez que fuimos, había uno que vendía remedios para todo, y que embaucaba
gritando su mercancía según la gente que iba pasando, por cierto pronunciando
la “eje” como Lópej Obrador: pasó una viejita y el “merolico” pregona, enseñando una botellita con algún brebaje: “¡Para laj reumaj, para la jiática, para el
dolor de ejpalda!” Luego pasa una jovencita y grita: “¡Para aclarar el cutij, para evitar laj arruga, para quitar laj manchaj
de la piel!” Después pasa mi marido y el méndigo “merolico” grita: “¡Para teñir
laj canaj, para redujir el abdomen o la panjota, para el agotamiento jexual caujado
por la edad!”.
Desde el rincón de la tienda, resolviendo el eterno crucigrama,
el “Viejo de la Seño” se pregunta por
enésima vez: “¿Pos de qué carajos se estarán
riendo estas méndigas viejas?”.
-Todavía más de risa con ese “merolico” de la Feria de Santa Rica “Doña”, ahí tiene usted que un chamaco “himperativo” como les llaman ahora, le estaba mueve y mueve la mesa mientras
él anunciaba con grandilocuencia los supuestos medicamentos milagrosos que
vendía; ya cansado de aquello le dice al mocoso: “Ejtoy trabajando, muchacho, carajo; que no me muevaj la meja. Cuando tu
mamá ejtá trabajando yo no voy a moverle la cama, carajo…”
En el rincón, con el lápiz en la boca y viendo el
crucigrama, el “Viejo de la Seño” se
pregunta por centésima vez: “¡Ma’q’la! ¿Y ahora de qué carajos se seguirán riendo estas méndigas viejas?”.
Entrando a la tienda, veo que “La Seño” y su “Viejo”
estaban discutiendo por algo. Visiblemente molesto, hablando muy rápido y
agitando mucho el brazo para reafirmar su argumento, el “Viejo” le dice a “La Seño”:
“Afindecuentasmujer (así todo
corridito): ¿Qué harían las mujeres sin
los hombres?”.
Respondió ella, curiosamente muy calmada y levantando una
cejita: “Facil, seguramente amaestraríamos
a algún otro animalito”…
Ya no escuché ninguna réplica del “Viejo” de “La Seño”.
Le pregunta “La
Seño” a un cliente con cara de despistado: “¿Y ahora qué “Don”, que hace
con esa chamarra de mensajero de FedEx?”.
“Bonita ¿No? Pos fue un regalo sorpresa de mi esposa, “Seño”; fíjese
que ayer llegué temprano del trabajo y
allí estaba, en una silla al lado de la cama”…
El doctor que vive a la vuelta de la misma cuadra entra a la tienda; está solo
el “Viejo” de “La Seño de la Tienda”, atendiendo a la clientela y le dice con una
sonrisa de oreja a oreja: “Buenas doc, oiga Gracias por “ordenarle” a mi esposa
que se tomara unos días de vacaciones en el pueblo. No sabe usted como los necesitaba
yo…”
Le estaba platicando “La Seño de la Tienda” a su marido, cuando yo entré a la tienda:
-Nombre “Viejo”,
la clienta esa me convenció por fin a que la acompañara a ver a “Madame Sybilia, Adivina”, como decía en el letrero que puso en su casa, aquí a tres
cuadras de la tienda. Al llegar al local, tocamos el timbre y se oye una voz de
mujer: “¿Quién es?”… Le digo: -Mmm’que’la,
bonita Adivina, vámonos mejor de
regreso por donde vinimos, “Doña”…
“Mi ‘Viejo’
tiene una extraordinaria habilidad para imitar aves…” –Le susurra “La Seño de la Tienda” al joven que surte
las papitas y botanas.
“Apoco si “Seño”, y dígame, ¿A qué aves imita? –le contesta
el joven, también bajando mucho la voz y mirando de ladito al “Viejo” que está
en el rincón con su eterno crucigrama en la mano.
“A varias…” –le
sigue susurrando “La Seño”- “Ahorita por ejemplo me está viendo con una
extraordinaria “mirada de águila”…”
Le platica la clienta a “La Seño de la Tienda”: “Pos fíjese “Seño” que la vecina si se fue a los “states” a ver a su maridito que (¿se acuerda que le platiqué?), pos está preso acusado de asesinato y
es probable que termine allá en la silla eléctrica…”
“¡Válgame!..”
-exclama “La Seño” abriendo mucho los ojos. “¿Y qué le dice el abogado licenciado que lo defiende?”
“Pos lo que dicen todos los abogados licenciados “Seño”,
le dijo que tenía una noticia buena y una noticia mala.”
“¡Válgame!” –repite
interesada “La Seño”, que no se sabe
muchas exclamaciones que digamos. “¿Y cuál es la… (Errh) la mala noticia?”
“Pos que la mala noticia era que ese examen que se le hizo
a la sangre que salpicó a la víctima si era de su maridito…”
“Mmm’que’la, ya valió… “Y cuál es la… (Errh) la buena noticia? –se interesó más
“La Seño”.
“Pos que la buena noticia era que ese examen que se le
hizo a su sangre, arrojó que andan muy bien en los niveles de triglicéridos y
de colesterol, y que ni trazas de diabetis’n…
El “Viejo”
de “La Seño de la Tienda” está como
siempre en el rincón resolviendo el eterno crucigrama del periódico. Se le
acercan dos jovencitas con uniforme del “Bachi”
y una de ellas le dispara:
-O séa, nos mandó “La
Seño” a con usted, o séa, para hacerle una encuesta de tarea del “Bachi”, o séa, ¿Se puede?
-Pos claro m’íja, -contesta el “Viejo” con una gran sonrisa- Venga de allí…
-O séa, bueno pues, o séa, va una pregunta de Cultura M’d’rna:
O séa ¿A cuántos maridos cornudos conoce usted? Claro, o séa, sin contarse a
usted mismo?
-¡Cómo! –contesta indignado el “Viejo” abriendo mucho
los ojos. ¿Cómo te atreves a decirme eso?
-O séa, está bien “Don”
O séa, está bien, no se enoje –concede la otra muchachita. O séa cuéntese usted
también, pues, o séa, que genio…
"La Seño" se está sosteniendo el abdomen de la risa, apoyada la cabeza en la caja...
-“Viejo” a
Jaime “el joto” el estilista de aquí al lado le dicen: “El Hombre Araña” –le platica “La
Seño de la Tienda” al marido, mientras etiqueta un montón de latas.
-“¡Achis! –dice
el “Viejo” viendo en el periódico la cartelera del cine de la peli “Avengers Infitiny War”. “¿Apoco con sus
delicados modales trepa por las paredes de los edificios, o tiene súper poderes?”
-No, claro que no…
-¿Entonces?...
-Teje…
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