miércoles, 27 de junio de 2018

...Otra historia de Mayo... El Día que Conocí a una Bruja...

Como el famoso dibujito lo describe: 
Se fue el mes de Mayo y sus fiestas con la misma rapidez con la que llegó; bien lo dice el viejo y conocido refrán: "el tiempo vuela cuando uno se divierte". 
Y antes de que también se nos vaya Junio como agua entre las manos, como el sueldo se va repartido entre tantas cuentas por pagar, como se va el Sol en el ocaso, pues les cuento ésta otra historia que se me quedó en el tintero y que, como dice el meme, "Está Basada en Hechos Reales", o sea que si me sucedió realmente; y es de Mayo porque ocurrió a finales de este festivo mes.
"Based on true events": 
Pero bueno, como preámbulo les platico de que va la historia: trata de personas con los sentidos super sensibles, del "presiento que algo va a suceder"; quién no recuerda aquello de: "tengo un mal presentimiento sobre ésto" de la saga de Star Wars; trata de la predestinación, de sentir que algo va a pasar. Porque estoy seguro de que todos conocemos a alguien que tiene ese... digamos, "dono poder especial que no detectamos en la mayoría de la gente, esa sensibilidad tan desarrollada para captar cosas o situaciones que luego muchos de los mortales no podemos siquiera percibir, entonces criticamos y le damos una supuesta explicación sobrenatural, así como lo hacemos con todo lo que no entendemos, esa es una salida fácil a un problema por demás "sensible".
Hay gente que tiene buena suerte siempre, o mala suerte; hay otras personas que pueden sentir cosas que el resto de nosotros ni idea. Hay hasta quien adivina cotidianamente y uno se asombra de esa sensibilidad tan despierta. Hay personas cerca de nosotros que tienen más de cinco sentidos y debemos reconocerlas, respetarlas y comprender que son especiales, es verdaderamente maravilloso conocer a personas con ese "don" de tal sensibilidad que se le puede sentir como un aura y tienen un brillo especial que siempre iluminan de alguna manera positiva nuestra vida.
No estaba de acuerdo con el título, porque una persona hipersensible es especial, pero no es una "bruja", éso no lo dije yo, es que uno de los personajes de esta historia así lo dijo, después de que sucedieron estos impactantes acontecimientos. Además éste título, vende... entonces, va aquí la historia como la recuerdo...

"El Día que conocí a una Bruja"

El Lugar: 
Esa tan concurrida esquina de las Calles Vallarta y Fresno, Fresno y Vallarta, aquí en mi ciudad Chihuahua capital.
Allí hay un negocio de venta de artículos electrónicos que tiene un reducido lugar de estacionamiento para sus numerosos clientes, como se mira en esta foto real,  donde caben si mucho dos o tres carros mal acomodados de manera que ocupan casi todo el espacio por donde los sufridos transeuntes podemos circular.
Entonces allí tienes dos opciones: o bien el pasar pegadito a la pared enfrente del carro estacionado, caminando de ladito frente a la ventana del negocio, o mal bajarte a la calle y así correr el peligro de que te atropelle un vehículo que venga por la calle Fresno, que es de un solo sentido de circulación de Oriente a Poniente, de Este a Oeste pues.

Los Hechos: 
Es un caluroso atardecer de un día cualquiera de finales del mes de Mayo, nos bajamos del Vivebus varias personas y cruzamos resoplando el bochornoso calorón del pavimento, por la calle Vallarta para seguir por la calle Fresno.Entonces que cambia el semáforo y se viene la circulación por esa mentada calle Fresno que es de un solo sentido. En la citada esquina nos detenemos para pasar de uno en uno por ese espacio tan reducido del estacionamiento de la tienda y así no bajarnos a la calle por el peligro de los cafres en sus vehículos que vienen a nuestra espalda. 

Lo Misterioso: 
Es cuando sucede que una "joven" y una "señora mayor" que van adelante del grupo de peatones se detienen a discutir porque la "Seño" no quiere pasar por el frente del carro atravezado mal estacionado y el estrecho espacio pegado a la pared; la "joven" la apura porque dice que está estorbando el paso a los demás que venimos detrás, en fila india, al borde de la banqueta o acera, de esa tan transitada avenida.

La Discusión: 
Entonces la "Doña", que ya fijandose uno bien, digo, porque estaban bloqueando el paso, y el semáforo ya iba a cambiar de nuevo, y uno se fija en esos detalles, pues tenía un aspecto bastante desaliñado y la mirada algo (o mucho) extraviada o medio perdida, le balbusea a la "joven" que no, que no iba a pasar por allí; la "Seño" era parecida a ésta mujer mayor... 
Ya fijandose uno bien: 
La "joven" que le apura insistentemente
Andale Maldita Séa! ¡Camina de una vez que estamos estorbando la pasada de esta... gente!... 
Y nos mira por encima del hombro con sus gruesas cejas tatuadas más arqueadas de lo normal, la "jovenque ya fijandose uno bien, tenía un gran tatuaje en el brazo derecho, un dibujo de dos enormes ojos de búho, luego encontré unos así en internet, yo creo que ella usa ese tatto de esta manera como en la foto, pero imagínenlo en una joven mujer...
El Accidente: 
Entonces con ya todo mundo estresado empieza el alboroto: un matrimonio maduro atrás de mí empiezan a gritonear: 
Ya señora, déje pasar o bájese de la banqueta a la calle, pero ya deje pasar, Chihuahua
La "joven" del tatuaje: -¡Camina ya, camina! Y la quiere empujar y la "Doña" solo dice: 
No, no, no, no voy a pasar por... allí, no, por allí no voy a pasar, no!
Otra señora en la fila, con uniforme de guardia de seguridad, sobrepeso y cara de fastidio, carga en brazos a un niño pequeño que empieza a llorar a grito abierto; se abre paso a codazos y dice que se va a bajar a la calle, que ya está harta, y allí vá seguida del matrimonio maduro, todos mascullando maldiciones, bajandose al pavimento de la calle Fresno...

El Estruendo
En ese momento, en medio del ruido y del descontento de la gente, se escucha muy claramente el agudo chirrido de los frenos de un carro y el golpe de ése a otro vehículo que intentaba dar vuelta a la izquierda, y que sale disparado hacia nosotros.
Así en un instante pienso en la señora con uniforme de guardia de seguridad y con su niño de brazos y en el matrimonio que pasaron a mi izquierda y me voltéo a verlos.
El carro pasa a centímetros de ellos y se estrella en la parte trasera de un compacto verde olivo mal estacionado, empujándolo fuertemente contra la pared de la tienda por donde la "Doña" se negaba a pasar. Hay un estruendo de metales retorcidos y una lluvia de cristales y plásticos rotos saltando para todos lados.
Un instante después veo a la "joven" con las dos manos tapándose la boca abierta y los ojos muy muy abiertos, como los del tatuaje de búho en su brazo, mirando el inexistente espacio entre la pared y el carro estacionado, ahora con el frente estrellado y medio incrustado en el muro de la tienda por la fuerza del choque.

La "Seño" se disculpa
La "Doña" ahora con la mirada más extraviada que nunca y viendo para todos lados, nos dice casi susurrando a los demás, que  todavía seguimos en shock viendo todo eso que pasó en un santiamén: 
"¿Ven por qué no quería pasar por allí, lo ven, ven?", y luego continúa, señalando al cielo con un largo y muy huesudo dedo indice: "Yo sabía que algo malo iba a ocurrir aquí"... 

Después del estruendo, la calma:
El chofer del carro accidentado se bajó mareado, goteándole un hilito de sangre de la frente pero con el celular en la mano, se asomó a ver el frente de su carro y se dispuso a llamar por su teléfono, a la aseguradora me supongo, fué el único que salió lastimado esa tarde, afortunadamente nadie más. 
Vi al señor de la tienda que presuroso preguntaba si había alguien más herido, que ya estaba llamando a una ambulancia y a Vialidad... 
Si vi que la señora vestida de guardia con su niño de brazos ya se alejaba.
Como los curiosos de siempre se estaban acercando a mirar el espectáculo, mejor decidí retirarme de allí.
No ví a la "joven" del tatuaje ni a la "Doña", ya con más gente haciendo bola, no supe para donde se fueron.
Antes de alejarme de allí, detras de mí escuché a la señora del matrimonio maduro decir en voz alta: 
-Viejo, ¡Hoy es el día que conocí a una bruja!


Cuando da miedo, da miedo:
Yo, al atardecer, en el patio de mi casa: 
--¡Mugres Gatos Mugrosos! ¡Levanten su sucio y mugroso tirader...
--...está bien, esta bien, no hay problema lindos gatitos, yo lo levanto, je-je-je yo, yo lo levanto, no hay problema, no... de verdad, yo lo levanto... yo... voy y lo levanto... je-je-je...

viernes, 1 de junio de 2018

En Mayo: Cuenta la Historia... segunda parte...


La otra historia de esta dupla de narraciones del mes de Mayo es ya más relajada, es divertida, y es muy actual a pesar de haber sucedido hace ya mucho tiempo. 
Porque hay asuntos por los que el tiempo parece no pasar, siguen atrapados en un bucle espacio- temporal que los hace que sucedan, y sucedan y vuelvan a suceder; diferentes personas, pero el mismo acontecimiento. Es como la final del basquet de la NBA, 30 equipos juegan 82 partidos durante muchas semanas, en divisiones, en conferencias, y al final siempre juegan la final los Warriors y los Cavaliers.
Pero veo que, como siempre, me gana la "Dispersión Caprina" o séa que se me van las cabras al monte; así que mejor me voy directo con la narración, o sino se me van a ir también los lectores...
"Pepe" oriundo de Puerto Vallarta, mi perico que por desgracia no pasó el crudo invierno chihuahuense...

...Cuenta la Historia que justo enfrente de la estación del ferrocarril Che-Pe, en el corazón del populoso "Barrio del Pacífico", detrás de "La Peni" (huelga cualquier explicación del porqué de los nombres de los lugares), estaba, mis señores, el burdel del barrio.

Regenteado por la eterna "madama", la siempre famosa y legendaria: "Quica la Chica".
Ese otrora famoso tugurio había visto mejores tiempos, cuentan los contemporáneos que ese ramo de negocio (que muchos juran que es el más antigüo de la humanidad) se diversificó y empezaron a florecer antros de mala muerte de este tipo justo en el sector de la Central Camionera (hoy Museo Semilla, como diría Robert Langdon: mero simbolismo, puro simbolismo).

Pero advierto que, como siempre, me estoy apartando de mi relato, ahora lo retomo...

Así que un buen día, aquella anciana que una lejana vez fue la elegante "madama", decidió retirarse de la vida galante y de la vida alegre ("vidas" esas que, a decir de los conocedores, nada tienen ni de galante ni de alegre, vaya usté a saber).
Ése mentado buen día, ella despidió a sus muchachas, la mayoría cincuentenarias y todas bastante correteadas, subió sus pertenencias a una troca rentada y se marchó sabrá Dios a dónde; nadie la volvió a ver; la troca cruzó trabajosamente las vías de tren que dividen el popular "Barrio del Pacífico" de la "Colonia Bellavista" y se perdió entre el polvo y la tierra suelta de aquellos mal pavimentados caminos. Además debo agregar que en realidad nadie la buscó, el interés del "negocio" era ahora en otros sectores de la ciudad.

Pero con el apuro de la huida, la "madama" no se percató de que la jaula de su perico parlanchin se había caído y se quedó allí tirada a un lado de la calle, abandonada de la existencia humana. 
El mentado perico, aturdido por el golpe, no pudo emitir su conocido, popular y muy celebrado grito de: 
Prrrt Quica, Quica, Quica la Chica, Prrrt
¡Prrrt Quica, Quica, Quica la Chica, Prrrt!...

Ahora bien, sucedía en aquellos entonces, que a la vuelta de la calle, a una cuadra de "La Peni", por la Calle 24, y a cuadra y media de la Avenida 20 de Noviembre, estaba "La Misión de la Tarahumara", una descuidada agencia de ayuda para-estatal atentida por un montón de monjitas, muchas de ellas vestidas de civil, otras con sus regulares hábitos religiosos color café con crema, que gustaban de juntar mugrero y medio para llevarlo a las humildes y apartadas comunidades de la siempre tristemente pobre "Sierra Tarahumara".

Pues resulta que un trío de esas monjitas iban pasando por donde el perico se estaba recuperando del golpe, dentro de la jaula, y decidieron tapar la jaula con alguna tela y llevárse la maltratada jaula a "La Misión", ¿Okey?

Era el 22 de Mayo, el "Día de la Santa Patrona de Chihuahua", el "Día de Santa Rita" y había en "La Misión" una gran comida en su honor.
Estaban presentes en el mencionado ágape las siguientes personalidades de la vida diaria del Barrio, entre otras no menos distinguidas que no se recuerdan, ya hace mucho tiempo de eso, pero a saber: 

El Señor Secretario del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros del Che-Pe y sus "achichincles" de siempre, el rey y su séquito.
El Señor Cura de la parroquia del Barrio y su inseparable Sacristán.
El Director de la Escuela del Barrio.
El Señor Farmacéutico.
El Señor dueño del Super "El Compadre".
El Señor Policía de Guardia del sector Pacífico.
El Señor que atendía el puesto nocturno de tortas.
Algunos taxistas del Sitio de Carros Corona de la Placita 5 de Febrero.
El Señor dueño de la Carpintería, codo a codo del Señor dueño de la Maderería del sector.
El Señor dueño de la empacadora de especias "La Norteña".
El "Potrillo", el hijo del dueño de la Cantina "Sur de la Frontera"
O séa puras finas personalidades.

Entonces las monjitas llevaron la jaula a la mesa y le quitaron la tela que la cubría.
El perico abrió mucho los ojos y luego de ver muchas veces para todos lados, dijo:

¡Prrrt Ah, Mira... Prrrt
¡Prrrt Nuevas Muchachas... pero la Misma Clientela de Siempre...Prrrt!