Altares de Muerto en la Oficina del Estadio Almanza y en las oficinas de Cadena Comercial Oxxo
Resiliencia, Resiliencia, Resiliencia es la tal palabreja que no recordaba
el otro día; y por ese lamentable suceso me doy cuenta que mi memoria que otrora era de
fácil ir y venir, ahora lejos se vá rauda y tarda un tiempo en regresar de donde andaba; diagnóstico: posiblemente "Dispersión Caprina" o sea ya se me van las Cabras al Monte, pero en fin...
“La Memoria es el Centinela del Cerebro…” escribió Shakespeare; pero
también alguien escribió: “El alcohol puede producir la pérdida de la memoria, y puede producir otras cosas peores, como la pérdida de la memoria…”
Hasta que la tal palabra Resiliencia se la ví tatuada a una
muchachita en el hombro, mientras íbamos en el Vivebus, la palabra dibujada justo
encima de una gran cicatriz que su camiseta no alcanzaba a cubrir, ella todavía
se ayudaba con un bastón para caminar con inseguro paso; lo que le ocurrió
debió de haber sido muy grave y traumático.
Ya luego de recordar un poco de su significado, le pregunté a mi amiga
Agnes cuando la vi en La Cofradía Rockera.
Mi amiga Agnes, toda ella una Psicóloga
y con la carrera terminada con honores, toda ella una Supervisora de Recursos Humanos de una maquiladora por su necesidad
de tener un justo y seguro salario semanal remunerado, fondo de ahorro y otras
prestaciones maquileras...
Antes ambos éramos asiduos asistentes a las reuniones de La Cofradía Rockera, pero últimamente
por cuestiones laborales (ella, la cambiaron de turno), y por cuestiones de
salud de mi hermana Irma (yo, fui varios fines de semana a cuidarla), nos habíamos
ausentado, y ya teníamos un buen rato de no platicar como luego se dice: "Como Dios Manda",
o sea con una cerveza espumosa y fría en la mesa, acompañando a una chuleta
asada puesta en un plato de cartón desechable, con cebollitas, una papa con
mantequilla y un chile toreado, todo haciendo juego con el estruendo del buen Rock sonando a volumen alto en el ambiente; donde se escuchaba la poderosa voz
de Bruce Dickinson cantando la historia de aquel pobre hombre condenado a morir
en la horca, acto que sería llevado a cabo a las cinco de la mañana, muy buena rola:
I'm waiting in my cold cell
when the bell begins to chime…
Reflecting on my past life
and it doesn't have much time…
'Cause at 5 o'clock they take me
to the Gallows Pole…
The sands of time for me are
running low.
Y luego después…
As I walk all my life drifts
before me
And though the end is near I'm
not sorry
Catch my soul, it's willing to
fly away…
Al regresar ese fin de semana a la reunión, varios amigos me dieron el pésame
por el fallecimiento de mi hermana Irma, algunos la conocieron cuando iban a
inscribirse al 21K, otros de ellos la conocieron de los tiempos de nuestra
niñez y juventud; de todos es sabido que Chihuahua es del tamaño de un pañuelo, es un ranchote con periférico y de una u otra forma, muchos nos conocemos indirectamente aún sin conocernos
directamente (voy a anotar esta frase inédita para luego utilizarla en otro
escrito: “de una u otra forma, muchos nos
conocemos indirectamente aún sin conocernos directamente, ajá, ajá, buena
frase…) Pero veo que, como siempre, me estoy apartando de mi relato, ahora lo
retomo; decía que, luego de cruzar saludos y pésames, mi amiga Agnes me preguntó
que si como estaba emocionalmente (fácilmente enseñando el cobre de que Psicóloga sigue siendo a pesar de la
tarea burocrática que ahora desempeña en la pujante industria maquiladora local).
-Pues bien, querida amiga- le respondo entre mordida y mordida y entre
trago y trago; de todos es bien sabido que la carne asada no se debe dejar
enfriar y la cerveza no se debe dejar calentar. –“La vida sigue y nos demanda
mucha atención, ya sabes Agnes; la familia, el trabajo, el trajín de la
cotidianidad, que la vida actual será todo lo que digas y pienses, pero menos
lo es aburrida”.
-Así es Artu my friend, a fin
de cuentas de lo que una y uno debemos de cuidarnos es en lo de no caer en las
manos de ese monstruo de mil cabezas, mal aliento y afiladas garras que es El Estrés…
-Afirmativo pareja. Oye por
cierto, platícame de esa palabra que ya recordé: Resiliencia… y luego le
conté lo del tatuaje de la chica en muletas, y lo poco que yo sabía de su
significado y mi interés por saber su profesional y erudita opinión.
-Ora veras Artu (y agarró aire, yo sabía que se venía una pequeña
conferencia, un monólogo y traté de tomar nota mental de todo lo que me dijo):
“Resiliencia se
refiere a la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas,
como por ejemplo un accidente grave o la muerte de un ser querido. La
Resiliencia está vinculada a la autoestima; por eso hay que trabajar con eso
con los niños para que crezcan con alta autoestima y puedan así superar posibles
eventos traumáticos; obvio quien tiene baja autoestima, no pueden superarlos y
caen en depresiones o pierden en gran medida su Calidad de Vida. Por otro lado,
quien tiene una buena autoestima, transforma esos eventos traumáticos en
actitudes que los llevan a un nivel superior de concepto de vida y transforman
ese trauma en algo positivo; es decir que ese problema los ayuda a desarrollar
recursos para sobrevivir que creían que no poseían. Entonces, toma nota my friend, porque la única solución ante
los problemas que la vida nos embarra a diario en las narices, es buscar
actitudes positivas y no perder la autoestima, al contrario, hay que crecer
positivamente y buscar siempre soluciones que no deterioren nuestra siempre
tambaleante Calidad de Vida. Lo que podemos hacer en lugar de deprimirnos y
maldecir nuestra desgracia cual decadente y post moderno emo,
nerd, friki, hipster o geek, es vivir la vida día a día, “Carpe Diem” (¿recuerdas que lo
platicamos un día?) aprovechando el momento presente sin esperar el futuro con
demasiado optimismo o demasiado pesimismo, que a fin de cuentas es lo mismo,
pero según en el momento trascendente en que te encuentres, así que el buen
humor, los hobbies, la lectura, las reuniones con gente que comparta tus gustos
y aficiones, como ésta Cofradía Rockera ayudan a bien llevar las desgracias; como la prematura muerte de tu esposa Vero, o como el reciente fallecimiento
de tu hermana Irma; pero también otras formas de ayudarnos a mantener las esperanzas, la
fe y las ganas de vivir son…”
(Nota mía: aquí mi querida y
erudita amiga se extiende en su explicación por mucho espacio y tiempo que,
aunque muy interesante, me es imposible reproducir en su totalidad, sobre todo
porque utiliza muchas palabras y términos que ni conozco, pero pues así es ella
y la conozco, así que la dejo hablar hasta que termina su extensa disertación).
Luego de terminar, con un gran suspiro me dice:
-Pero mi querido Artu, ¿Quién $%@&dos
soy yo para dar consejos de Calidad de Vida, cuando ni yo puedo llevarla
decentemente y como luego me decía mi madre me repite y me recuerda siempre: “Como Dios Manda”? Recuerda lo que dijo Don Joaquín Sabina: “Hay que Envejecer con Indignidad”. Mejor
platícame tú un poco de las cosas que pasan en donde nuestra amiguis “La Seño de la Tienda”.
Y luego me regala una gran sonrisa; así pos es imposible negarse;
entonces le cuento algunos chascarrillos actuales que escucho cuando voy a la
tienda de la esquina, mientras consumimos nuestras sagradas viandas y apuramos
abundantes bebidas burbujeantes, cobijados por la noche constelada de estrellas
de finales del otoño, y acompañados por el estridente y agradable sonido del
buen rock…
La Seño de la Tienda le está platicando a una clienta, mientras su
madre (la madre de La Seño de la Tienda,
no la madre de la clienta) le platica quien sabe que tanto al niñito pequeño de
La Seño, quien solo se le queda
viendo desde su andador con los ojos muy pero muy abiertos y pegado al chupón.
“Qué cree doña, hoy “Mi Viejo” le dijo “Bruja” a mi madre…”
“Viejo feo y canalla” –contesta indignada la clienta- “¿Y qué hizo su
mamá de usté?
“Pos lo convirtió en sapo, mírelo…”
Y las dos estallan en carcajadas, mientras en el rincón, cruzado de
brazos, pegado a su eterno crucigrama y con un lápiz en la oreja, el “Viejo” de La Seño piensa, mohíno, y por enésima vez: “¿Pos de qué tiznados se
ríen estas viejas pues?”
Cosa rara, La Seño de la Tienda está
chismorreando con una clienta:
“Qué cree doña, la vecina de
aquí a la vuelta otra vez está ‘ligeramente’
embarazada.” –le platica La Seño.
“¡Cómo es posible! –se escandaliza la clienta- Si yo supe que el “dotor” le estaba dando pastilla “Al Siñor”
para que no; yo creo que le está dando los medicamentos equivocados.”
Contesta La Seño: “O se los está dando “Al Siñor” equivocado…”
La Chita, la sobrina de La Seño de la Tienda le está platicando a su tía sobre su nuevo
novio (el nuevo novio de La Chita, no
de La Seño): “¡Ay tía, es un bombón!”
–le comenta feliz.
“¿Es un bombón?” –Repite La Seño,
levantando una ceja- Pues ten cuidado Chita porque los bombones en-gor-dan…
Una clienta le presume a La Seño
de la Tienda:
“Mi abuelo era mitad inglés y mitad escocés…”
Contesta La Seño, levantando la
ceja: “Pos ‘Mi Viejo’ es mitad
tequila y mitad soda de toronja y no ando presumiendo…”
La Seño de la Tienda le platica a una clienta:
“Allá en el pueblo, un compadre fue acompañado de su suegra a la tienda
Conasupo, a la salida los detuvo el guardia y llamó al policía. Ya con el
ministerio público ejidal le pregunta al compadre:
“-Qué te robates…”
“-Pos una lata de duraznos…”
“-Cuántos duraznos traiba la lata…”
“Pos cinco…”
“-Pos son cinco días de cárcel,
uno por cada durazno que traiba la lata…
Y en eso interrumpe la suegra:
“-‘Siñor’ ministerio público
ejidal, ‘tamién’ se robó una latota grandota de chicharos…”
Como es común, apenas entrando escucho que La Seño de la Tienda le comenta a una clienta:
“Que cree doña, no doy una, no doy una; hoy a la salida de la escuela,
esperando a m’ijo Jaimilito; entonces que quiero sacar plática, y digo:
“-Pero mira que niño tan feo…”
“-Esa es m’ija…”
“-Ah, sí, no sabía que eras el padre…”
“-Yo soy la madre…”
“-Ah, ah sí, recuerdo que te vi embarazada…”
“-Es adoptada…”
“-Ah, Ups, Sí, mejor me voy…”
Para variar, cuando entro al local, escucho que La Seño de la Tienda le platica a una clienta:
“-Pos a ‘Mi Viejo’ no le gusta
la Navidá que ya viene…”
“-¿Y ‘ora a porqué Seño?”
“-Pos porque dice que el hombre atraviesa por tres edades: en la primera
de chico cree en el Santo Clos, en la segunda de joven ya no cree en el Santo
Clos, y en la tercera de viejo, él es el Santo Clos…”
“-Éstos son ya otros tiempos doña, o sea, otros tiempo ya son éstos…” -Le
confiesa suspirando La Seño de la Tienda
a una clienta.
“-¿Y éso aporqué Seño, o sea, aporqué éso?…”
“Verá usté doña” –contesta La Seño
de la Tienda- “Pos ahí tiene usté que Rosilita mi sobrina de 9 años le dijo
a mi hermana su mamá: -¿Podrías darme algunas de tus píldoras anticonceptivas?
Ya no quiero que Santa me traiga más muñecas, ya quiero un celular”...
Desde donde estoy esperando el cambio, oigo chismorrear a La Seño de la Tienda y a una clienta:
“Ya ve doña, la muchachita de aquí a la vuelta ya tuve a una nenita…”
“-Pero cómo Seño, si’staba
esperando un ‘varoncito’…”
“Pos el ‘varoncito’ susodicho
que usté dice que’staba esperando, o sea el papá de la nenita, pos nunca jamás
se apareció…
Jaimilito el hijo de La Seño de la Tienda está cavando un gran hoyo en el suelo de tierra junto al árbol de la esquina; la vecina chismosa le pregunta: "-Mira tú Jaimilito ¿pos que haces?..." "-Pos murió mi periquito y lo voy a enterrar, doña..." "-Mira tú Jaimilito, pero es un hoyo muy grande para tu periquito ¿que no?..." "-Pos es que está todavía adentro de su estúpido gato, doña..."
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Camiseta Conmemorativa en la Carrera 21K OXXO 2017 |
Parte de la familia que acudimos al Homenaje que el Comité Organizador de la Carrera 21K OXXO 2017 le hizo a Irma