martes, 31 de enero de 2023

Para leer en tiempos de inicio del 2023...



Historias y narraciones tomadas de acá, de aquí y de allá durante mis muy comunes noches de insomnio que, aunque un buen día lo negó el recordado intelectual Don Carlos Monsiváis, algo bueno deben de tener y algo deben de aportar al acerbo literario que vengo manejando todos éstos años. 
El mentado Don Carlitos (QEPD) ese buen día dijo:
"El Insomnio no es buen consejero. Lo único que permite ver con claridad son las consecuencias de la falta de sueño, y esa obviedad nulifica pensamientos y sentimientos..."
Pues no, estimado don Carlitos, yo estoy continuamente evitando llegar a ser el personaje que Don José Mujica (ex presidente de Uruguay) describe en su fatuo pensamiento: 
"Enfrentamos el sedentarismo con caminadoras, al insomnio con pastillas, a la soledad con electrónica..."
Yo en esos momentos nocturnos de insomnio, alcanzo un libro, o una revista, o abro un e-book, o algún enlace por internet a un sitio literario y así descubro algo de interés y luego lo guardo para compartirlo por ésta vía.
Que les sea amena la lectura:

¿Vida en La Luna?...
Tengo una conocida que me platicó que su hijo, hijo único ahora de quince, y ya sin sus recuerdos misteriosos, cuando empezó a hablar bien, o sea como a los tres años, seguido les platicaba que él recordaba cuando vivía con sus 'otros padres', en La Luna
Y que una vez, su padre se metió en problemas en La Luna y los regresaron a La Tierra. Pero que él nunca se adaptó a su nueva vida aquí.
En una ocasión les platicó que ya viviendo en La Tierra, un día se perdió en un bosque y que nunca lo encontraron.

Don Juan olvidó sus vivencias... (de Catón):
Cuenta la leyenda que una noche de Luna clara, Don Juan Tenorio se propuso olvidar el Pasado, su Pasado...
Don Juan se sentía ya viejo y creía que ya le quedaba poco Futuro, así que quiso sólo vivir el Presente, su Presente...
Así que de esa forma se propuso olvidar su Pasado. Todos sus recuerdos, lo sabemos bien, son de mujeres.
Entonces las mujeres NO acudieron a su "recordación".
Por más esfuerzos que el antiguo seductor hizo para traerlas, ninguna de ellas vino a su memoria.
Se ausentó doña Inés, faltaron también doña Elvira, doña Ana y doña Sol.
Inútilmente quiso evocar Don Juan una de sus noches de Amor, o aún siquiera un beso, o un leve roce de mano femenina.
Empeño vano: los recuerdos se desvanecieron en su mente igual que desaparecen los sueños con la luz de la mañana. Todo ese día lo pasó Don Juan sin poder recordar.
Entonces así supo que a su edad, un día sin recuerdos sería tan triste como en su juventud habría sido un día sin mujeres.
Algo aprendió ese día Don Juan Tenorio, tenía siempre que mantener vivos sus recuerdos en su memoria, y rememorarlos cada día, para así sentirse vivo...

Santa, duros tiempos modernos...
Navidad: Nota encontrada en el fondo del platón que contenía galletas con chispas de chocolate, justo al lado del ahora vacío vaso de leche:
"Querido Santa: le puse veneno a las galletas y a la leche que te acabas de comer. Si no me traes el iphone que te pedí, en 4 horas se acabó Santa; obvio sólo yo tengo el antídoto y la experiencia de cientos de horas pegado al Netflix..."
"Posdata: TQM..."

Chihuahua, ranchote bicicletero...
En el barrio bicicletero donde yo vivía de chiquillo, el siempre populoso y bien recordado "Barrio del Pacífico", la bici era un medio de transporte muy útil y necesario.
Yo trabajé de repartidor en bici en la muy afamada Farmacia Los Ángeles, en contra esquina de La Peni y enfrente de El Super El Compadre.
Recuerdo una anécdota divertida que ocurrió en la farmacia. Resulta que el dueño del Supermercado de enfrente supo que a un conocido cercano se le murió de forma repentina su esposa, y quiso ir a darle el pésame; pero como estaba muy ocupado, mandó a su chalán (a su ayudante de confianza pues) a darle el mentado pésame al recién viudo.
Pero el distraído muchacho se equivocó y pensó confundido que el tal viudo era mi patrón el de la farmacia.
Por cierto nos acababan de robar la bici de reparto a domicilio de la misma puerta del negocio; yo llegué de entregar un pedido y apoyé la bici afuerita y entré raudo y veloz por otro envío urgente y al salir... la mentada bici había desaparecido enfrente de nuestras narices... el patrón y yo salimos a buscar a la calle pero los ladrones actuaron con asombrosa rapidez.
Al rato se apersonó el chalán del dueño del Super, se dirigió a donde mi patrón y solemnemente le dijo:
"-Señor farmacéutico, vengo de parte de mi patrón del Super de enfrente a manifestarle su más sentida condolencia por la pérdida tan grande que sufrió..."
Algo sorprendido, mi patrón dijo:
"-Pues vaya vaya..." -con gesto de extrañado el patrón, y prosiguió: "-Mira muchacho, no es para tanto, pero dile a tu patrón que de cualquier manera yo le agradezco la atención..."
El chamaco se desconcertó un poco al oír aquello, y continuó con su mensaje que bien se había aprendido de memoria:
"-Pos mi patrón dice que sabemos que su pérdida es irreparable y..."
A lo que mi patrón, presto, le interrumpió:
Nah, Nah! La verdad es que no le he sentido mucho. Ya estaba vieja la verdad; cuando me le subía rechinaba ruidosamente..." -más se sorprendió el joven recadero. "-Además, se le salía el aire y estaba ya muy floja y derrengada, pues yo acostumbraba prestársela a cualquiera y mi repartidor (o sea yo...) era quien más la montaba..."
El muchacho seguía con los ojos y la boca muy abiertos por el asombro.
"-Pronto voy a tener una nueva, y desde ahora la pongo a disposición de tu patrón. Yo sé que él tiene varias, pero al ofrecerle la mía, correspondo a su gentileza de su recado contigo. Y créeme que ahora si estoy sintiendo haber perdido la vieja, porque si todavía la tuviera, te dejaría hasta a tí montarla..."
El recadero, confuso, farfulló una rápida despedida y se marchó apresuradamente.
Luego mi patrón me platicó todo el asunto y viéndome a mí muerto de la risa, pidió que le explicara el motivo... yo le aclaré el mal entendido del muchacho y los dos nos carcajeamos a placer con el enredo, y por supuesto lo contamos a todo el mundo... Al final me dijo mi patrón:
"-Pues qué profundos y confusos misterios guarda la razón humana..." Sabias palabras...

Van dos "historietas millenials" que presencié cuando yo era usuario frecuente del ViveBus":
1 ...Pos Asunto Arreglado:
Delante de mí iba, en un ViveBus como siempre atestado de pasajeros, una pareja de jóvenes millenials discutiendo airadamente.
Tan agria se puso la tal pelea, que élla dijo, alterada:
"-¡Basta ya, Luisito...! ¡Ya estuvo bienLuisito...! ¡Yo ya no te quiero verLuisito!..."
Y la chica se cruzó de brazos, y muy enojada, le brindó un vistoso puchero en toda su juvenil carita que es, generalmente, dónde aparecen los vistosos pucheros.
El tal Luisito, destilando calma y autocontrol, le quitó los gruesos lentes a la chica y con una gran sonrisa le dijo:
"-¡Ya está listo...! ¡Pos Asunto Arreglado...!"
Después de un minuto de silencio, ambos estallaron en una carcajada y se abrazaron
Amor de juventud, una tormenta en un vaso de agua, "Pos Asunto Arreglado" instantáneamente...

2 Drama "Cursi" pero Real en el ViveBus:
Un día subí al ViveBus en la estación "Fresno" como siempre. 
Me senté en uno de los primeros asientos cerca del chofer, justo detrás de una pareja de jóvenes. El transporte iba lleno pero nadie de pie.
De pronto me dí cuenta que los jóvenes iban discutiendo.
Miré a los pasajeros de enfrente y a los lados y todos iban en silencio, pero siguiendo con mucho interés el asunto. Imposible no escuchar la discusión aunque la chica trataba de bajar su voz.
El asunto iba así: la chica le puso el cuerno a su novio con su mejor amigo; el joven le dijo que pues era mejor terminar su relación. Pero la chica insistía en que no terminaran, que lo amaba y que sólo había sido una vez, un tropiezo pues. Pero el chico decía con cara seria que sabía de otras infidelidades de ella. Ella le ruega que no terminen la relación, que él es el amor de su vida, que los demás no importaban. Ella se le acerca, lo mira a los ojos y le dice: "-¡Mírame! Dime que sí y continuemos juntos..." El joven duda, ella se acerca más y está a punto de besarlo. Cuando de pronto varios pasajeros casi en coro le gritan:
"-¡No le creas!... ¡Ella te miente, te miente ella!...
Entonces el chico la aparta; ella voltea y les grita a los pasajeros:
"-¡Ustedes qué mugrosos chismosos!"
Tiene razón en eso la chica, pero aún así una señora le dice:
"-Piensa joven, ella no te merece..." Otra doñita agrega: "-Nomás te está mintiendo joven..." La chica muy alterada les grita improperios y maldiciones a los pasajeros que intervinieron.
El joven la aparta y trata de levantarse de su asiento; la chica trata de retenerlo, pero la misma doña la toma del hombro y le dice muy cerquita de su cara colorada:
"-¡Ya m'ija ya!... ¡Ya lastimastes mucho al pobre muchacho, mejor ya déjalo ir!..."
Un señor bigotón le dice al joven que se de cuenta de que realmente ella ya no vale la pena... Entonces al fin el muchacho comprende y se pasa a los asientos de enfrente. 
Unos señores lo reconfortan dándole ligeras palmadas en su espalda.
La muchacha furiosa se levanta y maldice a todos en el camión, agarra parejo...
El chofer entonces le grita desde su asiento:
"-¡Órale ya!... ¡Ya abájate de mi camión!... ¡La puertota ya está abiertota!" 
Yo me doy cuenta de que el camión estuvo detenido en la estación "Sicomoro" mucho más tiempo de lo normal, el chisme está muy bueno para todos, menos para la chamaca.
Al bajar la chica, cierra la puerta y arranca violentamente pero nadie se queja, y algunos pasajeros le dan tiernas palmaditas en el hombro al sufrido chico; en la siguiente estación "Zaragoza" donde me toca bajarme.
Increíble: el mismo chofer se baja del autobús y va al puestecito de periódicos del paso peatonal, afuera de la tienda de colchones y le trae al joven una "coquita de vidrio"... y veo arrancar calmadamente el camión y me maravillo por el actuar espontáneo de la gente interviniendo en el drama íntimo de una pareja de jóvenes en problemas.
Ya voy camino a mi trabajo; la Vida sigue su curso como si nada hubiera pasado, pero vaya que esa mañana si pasó algo...

Pasó en Camargo...
El ranchero de Camargo recibió visita del novio comprometido con su hija que estudiaba en la ciudad Chihuahua capital; con él también iba la familia del novio: sus padres y dos tías chismosas que se pegaron a la visita al rancho.
Luego de las presentaciones de rigor, el ranchero se disculpó porque su esposa no podía acompañarlos de momento:
"-Mi "Vieja" de momento está un poco indispuesta, está recibiendo unas compresas porque le salieron unas pústulas en las "nalgas" y no puede sentarse como es debido..."
Tosieron sonoramente los hombres, se turbaron las señoras y una de las tías casi se ahoga con la limonada; la hija prometida estaba roja como un tomate.
En la primera oportunidad, la chica casadera le dijo a su padre:
"-A'pá, no la amuele, no diga usté "las nalgas", diga "las posaderas" o "las asentaderas" pues, que no le brote lo agropecuario pues..."
A la mañana siguiente, la madre del novio preguntó tímidamente por el estado de salud de la señora de la casa.
El ranchero luego de pensarlo un momento, dijo:
"-Pos verá usté doña, mi "Vieja" está más mejor de las postulas en las, en las... en..."
Se volvió a su hija y preguntó con su vozarrón de ranchero agropecuario:
"-¡M'ija! ¡Cómo tiznados me dijistes que se llamaban las nalgas de tu A'má?...