sábado, 8 de junio de 2013

Cosas que ya no se enseñan en la escuela



 
Cosas que ya no se enseñan en la escuela
-Ya no enseñan "letra pegada" en la escuela mi'jo- me dijo mi madre hace poco, -ni gramática, ni civismo, las computadoras están destruyendo al idioma mi'jo- se siguió quejando, y con mucha razón, aunque debemos aclarar que los destructores del idioma son los que teclean ("textean" dicen ahora, hágame el favor), no los aparatos modernos, inventos del hombre blanco.
No es que quiera yo ser implacable inquisidor ni nada parecido con el título de este post, solo quiero compartir algunas curiosidades de este hermoso idioma nuestro que es el español, tan digno de ser bien leído y, por lo tanto, tan digno de ser bien escrito, o "texteado"; claro, hasta donde lo permita nuestra retrabajada memoria y nuestra lamentable educación, cosa tan mal tratada en los últimos tiempos (la educación, no la memoria que, a mi edad, ahí va, ahí va…).

Ésto lo rescaté de la valiosa colección de mi Biblioteca de Datos Intrascendentes, un verdadero tesoro cultural al que acudo gustoso en forma constante, aunque tengo fuertes y fundadas sospechas de que el tal Dan Brown me la ha estado saqueando (¡bófono!): a decir:

El nombre propio Aurelio contiene las cinco vocales, y sólo dos consonantes.

La palabra euforia contiene las cinco vocales, y sólo dos consonantes.

En realidad hay muchas palabras que contienen todas las vocales, según Internet hay la nada despreciable cifra de 42,226 palabras, ví el listado, pero no las conté, lo admito, no hay lugar en este post para tanta palabra, así que van algunas: abuelito, vestuario, desubicado, equilibrado, y así.

Los vocablos reconocer, Ana, somos, seres, sometemos se leen lo mismo de izquierda a derecha que viceversa, son los mentados palíndromos; la frase más famosa de ésta curiosidad gramatical es: Amo la pacífica Paloma, muy socorrida en mis tiempos de escolar para exentar literatura. Hay una curiosa frase palíndroma en latín: In girum imus nocte et consumimur igni ("Damos vueltas en la noche y somos consumidos por el fuego"), que según unos historiadores, es una antigua adivinanza romana cuya solución es "antorcha", y según algunos naturalistas es una descripción del vuelo de las polillas de la noche, y también, según otros de creencias más que oscuras, es una descripción de los demonios de la noche, tan temidos en tiempos pretéritos y tan ignorados en estos tiempos modernos, pero que siguen asechando ocultos en las sombras, a la paciente espera, como el implacable depredador que caza almas inocentes y solitarias y... perdón, me doy cuenta que me estoy alejando del tema, ahora lo retomo.

En el término centrifugados todas las letras son diferentes y ninguna se repite.

En aristocráticos, cada letra aparece dos veces.

En la palabra barrabrava, una letra aparece una sola vez, otra aparece dos veces, otra tres veces y la cuarta cuatro veces.

El vocablo cinco tiene a su vez cinco letras, coincidencia que no se registra en ningún otro número.

El término corrección tiene dos letras dobles.

Las palabras ecuatorianos y aeronáuticos poseen las mismas letras, pero en diferente orden, los famosos anagramas, tan usados en las novelas de misterio y en los libros de Dan Brown. Hablando de anagramas, la palabra argentino solo puede ser transformada a la palabra ignorante, curioso ¿no?.

Con 23 letras, se ha establecido que la palabra electroencefalografista es la más extensa de todas las aprobadas por la Real Academia Española de la Lengua.

El término estuve contiene cuatro letras consecutivas por orden alfabético: stuv.

Con nueve letras, menstrual es el vocablo más largo con solo dos sílabas.

Mil es el único número que no tiene ni o ni e.

La palabra pedigüeñería tiene los cuatro firuletes que un término puede tener en nuestro idioma: la virgulilla de la ñ, la diéresis sobre la ü, la tilde del acento y el punto sobre la i.

La palabra oía tiene tres sílabas en tres letras.

El término “arte” es masculino en singular “el arte”, y femenino en plural “las artes”.

Pangramas son frases que usan todas las letras posibles del alfabeto de un idioma. El más famoso en español es: “El veloz murciélago hindú comía feliz cardillo y kiwi. La cigüeña tocaba el saxofón detrás del palenque de paja” que se usaba para probar todas y cada una de las teclas de las antiguas máquinas de escribir, reliquias tan usadas antes de la llegada de las destructivas (del idiomas español) computadoras.

Una frase con todas las palabras acentuadas es: “Tomás pidió públicamente perdón, disculpándose después muchísimo más íntimamente”.

Si no sabes la diferencia entre: Ves y Vez, es porque siempre ves la televisión y rara vez abres un libro. ¿Ahora si lo ves? ¿O lo repito otra vez?
Hay que leer un poco más, ¿qué no?