¡He conocido a otra Bruja...! Y de verdad que la he conocido...
Hay Brujas reales en la actualidad, existen y viven entre nosotros; saliendo a la Vida Pública esporádicamente...
Yo he conocido a dos... así, sin buscar, sin querer... sólo se presentaron sin ningún aviso...
A veces sólo se aparecen, descubriendo su disfraz de gente normal y corriente; sólo sabe uno que existen, por detalles que no son normales en la gente común.
A veces sólo se aparecen, descubriendo su disfraz de gente normal y corriente; sólo sabe uno que existen, por detalles que no son normales en la gente común.
La primera que conocí, la transcribí en una publicación de éste Blog el 27 de Junio del 2018.
Aquí copio el enlace para quien quiera leer ese relato...
La segunda vez ocurrió apenas hace unos días, cuando menos lo pensaba, así de repente, se delató en medio de un acontecimiento sin importancia aparente...
Narro lo que pasó:
Hice algunas compras en un conocido Supermercado de mi ciudad; luego de pagar, me llevé el carrito de compras hasta mi carro, puse mis compras en la cajuela y luego regresé el carrito vacío, a su espacio indicado en medio del estacionamiento.
Y cuando me iba a subir al carro para ir hacia mi casa, recibí un mensaje de texto:
"...Por favor tráeme una cebolla grandota y un frasco de alcohol desnaturalizado o para curaciones pues... es todo, gracias..."
Así que me devolví al supermercado por estas dos cosas extras.
Ya con las dos mercancías, me formé a pagar en una caja; el local estaba lleno de clientes y la fila avanzaba lentamente.
Ya quedaban solo dos señoras clientas delante mío; pero con disgusto miré que la señora que estaba pagando tenía problemas para pasar su tarjeta.
La señora que estaba enseguida de mí me volteó a mirar con expresión de fastidio y señaló con su pulgar a la señora que estaba pagando y que su tarjeta no pasaba...
Las mercancías de la señora ya estaban puestas sobre la banda móvil de la caja; eran casi puros vegetales y unos frascos de aceite que no recuerdo de qué clase.
Entonces me empecé a fijar en algunas cosas de la tal señora de enseguida mío; cuando señaló a la pobre clienta que batallaba para pagar, le miré un tatuaje en su antebrazo, de un gato negro estilizado.
Encontré uno parecido en Pinterest, para dar una idea de cómo era.
También ví que llevaba unos pesados aretotes de cuentas redondas negras y unos collares de la misma piedra negra. Con su largo pelo de un negro negro, negro muy muy brillante, extraño para alguien de una edad que pasaba los cincuenta, Con las muy largas y afiladas uñas de sus elegantes manos estaban pintadas de un negro mate, sin brillo alguno...
Entonces la señora se fijó en mis dos mercancías que yo había puesto en la banda móvil de la caja, y se volteó a mirarme, y luego de nuevo miró mis mercancías y algo inaudible murmuró...
Yo le dije: "-¿Perdón...¡" -Y la señora sólo negó con la cabeza y señaló con un largo y elegante dedo índice mis dos mercancías...
Luego con una voz muy rara, con acento extranjero que no reconozco, me dijo, hablando bajito:
"-Éso si que funciona... Esas dos cosas que llevas si surten efecto..." -Sus ojos grises brillaban en contraste con su largo pelo negro brillante; ya lo había yo dicho, muy brillante. Y prosiguió, murmurando cada una de sus palabras...
"-Mira: Con el cuchillo más grande que tengas en casa, cortas a la mitad la Cebolla, pones entonces la foto de élla en medio y unes las dos mitades de la cebolla, cubriendo completamente la foto; luego la impregnas de ese alcohol hasta que chorree bastante la Cebolla. Sin secarla, muy empapada, la guardas en una bolsa de plástico, que amarras fuertemente para que no escurra el alcohol afuera de la bolsa y la guardas debajo de la cama por 6 días, 6 noches. Al día 7, sacas la foto y la guardas bien... puedes quemar la Cebolla, no es bueno tirarla a la basura, porque siempre hay mal intencionadas constantemente escarbando en nuestra basura..."
"-Y con eso el "Amarre" ya está bien hecho..."
"-Y ahora olvida a la que te lo dijo..." -Murmuró de nuevo-.
En ese instante, al fin, la señora de adelante terminó de pagar y le dió unas monedas al viejito que le empacó y empujó su carrito hacia la salida...
La señora de negro, entonces, le hizo un gesto con su mano a la señora que se alejaba, que trastabilló y estuvo a punto de caer, varios viejitos empacadores acudieron a ayudarla... la señora dijo que estaba bien y salió del establecimiento rengueando visiblemente.
La señora de negro pagó y se dirigió a la salida, no volteó a verme, para nada, sólo se fue...
Yo pagué mis dos mercancías y me dirigí a mi carro, rumbo a casa...
Ahora, no logro recordar las facciones de la señora de negro, salvo el color de sus ojos, pero lo que me dijo si lo recuerdo... apenas me da la memoria para medio escribirlo...
Pero obvio no hice lo que esa mujer de negro me dijo...
"-¡¿O sí...?!"
Ya busqué señas debajo de mi cama y nada, aunque en la casa hay cierto tufillo a fritanga, a taquería popular, a cebolla quemada... Pero debe ser la comida que a diario se prepara en casa...
Pero de una cosa si estoy seguro...
...Conocí a otra bruja...
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